El atuendo de las nominadas o acompañantes de los ternados es casi tan importante como quién gana en un Martín Fierro que hace de la alfombra roja un evento paralelo a la premiación. Este año las famosas optaron por lánguidos diseños, mucho nude (color piel), bordados y encajes. En cuanto a los colores, el más elegido fue el negro y sólo algunas se animaron a los tonos vibrantes. Suele ser una gala donde la elección de qué llevar suele tener que ver con la tendencia en los Oscar; sin embargo eso no parece haber ocurrido este año, porque no se vieron los vestidos con peplum (volados en la cintura) o strapless. Algo más limitó las elecciones, y es que la organización envió junto con la tarjeta la indicación de vestir de gala y pidió evitar la "desnudez’.
