El polémico empate parcial de Rafaela que para el juez de línea, Francisco Noguera, fue posición adelantada, pero no así para el árbitro Néstor Pitana que lo convalidó, cambió el partido del sábado. El mismo que minutos después San Martín lo terminaría perdiendo 2-1, tuvo lugar a las dudas y un error del juez central que perjudicó directamente al equipo de Perrone cuando pasaba por un gran momento como grupo. Y por eso, ya sin seguir mencionando si el gol debió convalidarlo o no, lo concreto es que el Verdinegro perdió cuando estaba en franco ascenso y ahora habrá que ver si la derrota repercute en su futuro inmediato, o demuestra la endereza de un equipo que golpeado, se levanta y va por la revancha.
En virtud de esto, lo que se viene que es Argentinos Juniors, será una prueba de fuego para un San Martín que acumulaba 4 partidos sin derrotas (3 triunfos y 1 empate) que lo catapultaron como el mejor equipo de los últimos 30 días.
El sábado, más allá de dejar 3 puntos en el camino ante un rival directo, fue el partido más flojo del Verdinegro desde que cambió de entrenador (quien suma 6 encuentros). Y su técnico Perrone lo admitió también: ‘No fue un gran partido, hicimos mejores‘, dijo tras la caída. Y en el rendimiento individual, grupal y la labor del rival se reflejó.
Porque lo mejor que venía mostrando el equipo era la solidez en todos sus líneas y el entendimiento colectivo. La zona de volantes venía teniendo un trabajo impecable y fue la gestora de la mayoría de los triunfos. Pero el sábado esa misma línea no fue tal. Andrés Alderete y Maxi Bustos estuvieron imprecisos. Bogado terminó exhausto y el ida y vuelta por derecha no tuvo toda la plenitud a la que ya acostumbró. Mientras que a Jorge Luna nunca lo dejó jugar Rafaela. Y adelante la efectividad no estuvo presente.
Con eso alcanzó para que San Martín fuera otro, mucho tuvo que ver el rival que no le dejó espacio por donde llegarle. ¿Le habrán tomado la mano al equipo? La respuesta se verá el sábado que viene, porque hoy lamentarse y protestar no sirve, hoy hay que mirar más allá de la derrota.
