�El padre Sebastián organiza misas para jóvenes con lo que los jóvenes quieren ver. Muchas luces, bolas espejadas, humo, efectos sonoros, láser y música fuerte. Parece un boliche pero en realidad es la transmisión de la palabra de Dios de una manera distinta. Una vez hasta presentó el credo cantado, y siempre al final pide un fuerte aplauso al ‘Barba’, así llaman a Dios.Cuando finaliza la celebración, que también comenzó a ser atracción ‘para gente grande’, los jóvenes son invitados a “una movida” que incluye baile, “pancho y gaseosa gratis”, y hasta acompaña a los chicos a los boliches. Los acompaño si es un ambiente abierto, o bien los dejo en la puerta y a la salida los paso a buscar con el auto de la parroquia’, explica.
