Por la ruta que va a Huaco, entrando por calle Varas, está la escuela Agustín Gómez, donde todavía siguen reuniéndose los papás de los alumnos. Es que no salen del asombro y la indignación después de que la directora María José Zalazar dijera que había un alto ausentismo porque los chicos no tienen calzado para ir a clases. Tanto los padres como los docentes dijeron que esto no es verdad, aunque aseguraron que en alguna oportunidad tuvieron que reunir dinero para comprar alpargatas para algún chico que no tenía zapatillas. DIARIO DE CUYO visitó el lugar y constató que todos los chicos están yendo a la escuela y que tienen calzado. Esto es aún cuando los habitantes de la zona son muy humildes.
"No nos sobra nada. Si alguien le trae un par de zapatillas a mis hijos lo acepto de buen grado. Pero me deslomo todo el día y nunca permitiría que faltaran a la escuela", dijo Rita Muñoz, una de las madres. Mientras que la docente Mabel de Salomón contó que en alguna oportunidad hicieron una vaquita para comprar calzado. "Es usual es esta escuela rural que los docentes y los vecinos se reúnan a ayudar a los más necesitados. Nunca salimos a pedir nada, pero siempre recibimos bien lo que nos traen. Creo que se exageró diciendo que los chicos no venían a la escuela por falta de calzado", aseguró Mabel.
El revuelo en Pampa del Chañar comenzó el domingo ni bien salió publicada la nota en DIARIO DE CUYO en la que la directora decía que los niños no tenían calzado y a veces llegaban con los pies mojados a la escuela, lo que había generado una campaña solidaria. Pero la indignación y el asombro se hicieron sentir ayer, cuando nuevas declaraciones de Zalazar aseguraban que "los padres ven un billete de cien pesos y dicen cualquier cosa" (ver página 11).
A la escuela Agustín Gómez van 49 chicos desde Jardín de Infantes hasta EGB 3. El edificio verde sobresale del resto de casonas antiguas que están por calle Varas. El año que viene cumplirá 100 años y casi todo el poblado de Pampa del Chañar pasó por sus aulas. Es por eso que el lugar es considerado el corazón de ese poblado. "Nacimos acá. Cuidamos la escuela como si fuera nuestra. Los ex alumnos construyeron el playón deportivo y hasta la cuidamos en vacaciones porque no tiene sereno. Y si bien somos gente humilde, sabemos que nuestros hijos tienen que estudiar. Es por eso que no permitiríamos que faltaran a clases porque no tienen zapatillas. Para eso salimos a trabajar desde el amanecer durante todo el año", dijo Laura Carrizo, otra de las mamás.
A pesar de que la mayoría de las familias tiene algún tipo de ayuda social, cuentan que todos salen a trabajar al campo. Viven en casas humildes pero limpias y con las comodidades básicas. "Acá nos conocemos todos. Si vemos que algún niño no tiene algo, nos reunimos entre los vecinos y hacemos todo lo posible para ayudar", dijo María Rosa Tejada.
Lo que sí reclama la comunidad educativa es la reparación del establecimiento. Tienen ventanas rotas y cuando llueve, el agua entra por la puerta principal. Además en varias oportunidades pidieron a Educación que terminara de realizar el cierre perimetral para darles más seguridad a los niños. "El lunes vinieron varias comitivas del Gobierno. Nos asombró porque nunca antes nos habían visitado. Tampoco contestaron nuestros reiterados pedidos para que arreglen la escuela. Espero que ahora hagan algo", dijo Sonia Aciar, que está a cargo de la Dirección porque María José Zalazar se encuentra en Buenos Aires por razones de salud.
