A la mejor usanza norteamericana, pero con algunas adaptaciones locales, las sanjuaninas en la dulce espera adhieren cada vez más a la tendencia de los baby shower, una fiesta de bienvenida para el bebé que se le hace a la mamá en el último tramo del embarazo. En ella, las amigas y familiares de la futura mamá aprovechan para hacer regalitos y hacerle sentir su cariño y acompañamiento, una actitud muy femenina que también incluye consejos de madres experimentadas a la agasajada, cuando se trata de una primeriza.
Acostumbradas a ver baby shower en series estadounidenses, un grupo de amigas de Eleonora, una empleada bancaria que en mayo pasado tuvo a su primera hija, Joaquina, se decidieron a organizarle una fiesta sorpresa con estas características. "No sabíamos si tenía que ser sorpresa o no -contó Alejandra, compañera de trabajo de Eleonora- pero lo hicimos así. Nos juntamos en la casa de una de nosotras, decoramos todo, llevamos cosas dulces porque Ele no podía comer mucha sal y nos pusimos de acuerdo hasta para comprarle los regalitos", dijo. Acerca de lo que eligieron, advirtió que no todos eran para la bebé, sino que algunos fueron pensados para la mamá. "Yo ya tenía un hijo y otras chicas también y coincidimos en que a veces, con el nacimiento, la mujer pasa a un segundo plano, así que nos pareció bien regalarle también cosas bonitas para ella", dijo. Y también hubo un regalo colectivo. "A una de las chicas se le ocurrió que escribiéramos cosas en un cuaderno, para regalarle a Joaquina y que su mamá se las lea cuando sea grande, y le agregamos un CD de música clásica para bebés", explicó. Como en el grupo ya hay otra embarazada, contó que se preparan para el próximo baby shower, para el que ya tienen pensadas algunas sorpresas.
Petty es una abuela que en cinco días, vio nacer a dos de sus nietos: Nicolás y Benicio, hijos de una hija y un hijo suyo respectivamente. "Me encantó participar en la organización de los dos baby shower, tanto en el de mi hija como en el de mi nuera. Creo que es una muestra de cariño que las mamás necesitan mucho y que sirve para generar muchos buenos deseos en torno a ese bebé por nacer", afirmó. Petty eligió una coqueta confitería céntrica para el baby shower de su hija, que fue decorado con globos y cintas al tono para recibir a las invitadas. "No es necesario que sea en una confitería, también puede ser en una casa, lo que pasa es que el lugar me gustó por su calidez para una ocasión así", dijo, para agregar que si bien la idea no es local, le pareció bien adoptarla, porque "en cualquier parte del mundo, una mamá esperando quiere que la mimen". Además de los regalitos, Petty contó que hicieron juegos relacionados con la situación que festejaban. "Repartimos piolines que cada una debía cortar según la medida que calculaba tendría la pancita de la futura mamá, y la que más se aproximaba, ganaba un premio", dijo.
A Andrea, mamá de Ana (que ya tiene 3 meses), sus amigas le hicieron un baby shower que casi termina en la sala de parto. "Ana nació al otro día de la fiesta, es como si hubiera estado esperando que la festejaran para salir", dijo Andrea sonriendo. En la reunión, sus hermanas y sus amigas aprovecharon para entregarle el regalo que compraron en conjunto: un cochecito con butaca para el auto incluida, en el que hoy Ana pasea junto a su mamá.
