El exitoso rescate de los 33 mineros de Copiapó no sólo valorizará la imagen del presidente Sebastián Piñera y la de su gobierno, sino que le permitirá adueñarse de la iniciativa política y relanzar la agenda pública que posibilite reformas estructurales, según la opinión de analistas chilenos.
Piñera asumió la presidencia en marzo, a días del terremoto que devastó la zona sur del país y sin imaginar que una nueva catástrofe pondría a Chile en el centro de la atención mundial.
El millonario Piñera tuvo en los últimos días un rol protagónico, y hasta de sobreexposición, ante los medios de todo el mundo que siguieron el inédito rescate de los mineros atrapados desde el 5 de agosto, un hecho de significancia social, política y de gestión pública.
El rescate estuvo planeado hasta en los detalles más mínimos y fue impecable tanto en el aspecto técnico como en el mediático. A tal punto que la última imagen del espacio donde estuvieron atrapados los 33 mineros durante 70 días, a 622 metros de profundidad, fue la cueva vacía en el momento en que desde la superficie se apagaba la luz. "Cualquier presidente se beneficia de una noticia así. Pero en el caso de Piñera es más evidente y fuerte porque el mensaje como candidato fue el de un gobierno realizador y eficiente. No prometió un cambio de rumbo respecto de la Concertación, sino énfasis en el crecimiento y la eficiencia, y el éxito del rescate es un correlato a esa promesa", opinó el investigador y cientista político Patricio Navia.
En diálogo con Télam, Navia planteó que "con un piloto nuevo y más rápido, esta apuesta comprometió su capital político pero el final feliz le permitirá transformar ese capital de alegría, exitismo y buena voluntad en un poderoso impulso para su agenda legislativa y de gobierno".
El oficialismo tendrá ahora un panorama político diferente para avanzar en el tratamiento de la Ley de Presupuesto en el Congreso y buscar retomar con la oposición su agenda vinculada al financiamiento de la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo y avanzar en las reformas que considera pendientes.
El politólogo y ex director de Flacso, José Jara, resaltó que este "hito exitoso" le permite al gobierno "consolidar de una manera mayor su instalación luego de 20 años que la centroderecha no gobernaba Chile y de verse obligado a asumir cambiando su agenda política a consecuencia del mayor terremoto de la historia del país".
Se trató de "una apuesta arriesgada que podría haber fracasado", consideró Jara pero que, a su entender, ahora "le da al gobierno la posibilidad de retomar una agenda audaz de reformas que puede hacerse extensivo a distintos sectores desde dos grandes limitantes del desarrollo en Chile como son la seguridad y modernización en temas laborales y medioambientales".
Hasta hoy, y a la espera de las encuestas que midan su eventual crecimiento de imagen, el presidente Piñera alcanzaba un 54 % de aprobación en sus primeros 5 meses de gobierno, lejos de índice con el que terminó la ex presidenta Michele Bachelet pero mejor que el inicio del mandato de su antecesora.
Para el cientista político de la Universidad Diego Portales Claudio Fuentes Saavedra "frente a este momento, la oposición se encuentra en una situación copada por el gobierno de Piñera, va a ser muy difícil que articule un programa en lo inmediato, y pasarán varios meses para poder emerger".
"El gobierno gestionó la situación de la crisis de los mineros y lo convirtió en un hito comunicacional. Desde poner las cámaras en el lugar mismo del rescate, la planificación del tema discursivo, y la apelación a un gobierno de unidad nacional cercano a la gente", resaltó Fuentes Saavedra.
Con una omnipresencia mediática del mandatario, Navia destaca que "la política se hace a través de los medios y los presidentes tienen que estar presentes en ellos", pero advirtió en una metáfora futbolera que "una celebración muy ruidosa o histriónica puede opacar un gol maravilloso. Hay que ser cuidadosos y dejar que los hechos hablen por sí mismos".
