San Juan.- Como ya es tradicional, esta mañana se realizó el Tedeum en la la Iglesia Catedral encabezado por monseñor Alfonso Delgado, arzobispo de San Juan de Cuyo. Es el primero tras el escándalo  de corrupción que involucró al Arzobispado, donde Monseñor fue acusado -entre otras cosas- por evasión, por lo que cada palabra pareció tener un significado más fuerte.

De la misa participaron las autoridades locales, de los tres poderes del Estado, encabezadas por el gobernador Sergio Uñac, quien primero realizó el acto de rigor con el saludo a la formación policial en las escalinatas de la Catedral.

Delgado, en lo estrictamente referido a la celebración patria, dijo que ‘podemos comparar nuestra patria y nuestra sociedad  a una casa grande de familia que con esfuerzo construimos entre todos, y que debe cobijar a todos los argentinos’.

En otro párrafo de su homilía, apuntó que ‘si de verdad somos ‘constructores’ de la sociedad, lo haremos cimentados en el más profundo respeto a la Constitución y a la ley, es el único camino’. Y agregó más adelante, ‘tenemos un virus dañino difícil pero no imposible de erradicar: el virus de la corrupción, especialmente en dirigencias políticas y sociales’.

La frase no pasó desapercibida entre los presentes, cuando justamente la Justicia investiga si hubo o no corrupción dentro de la cúpula de la Iglesia sanjuanina.

También, Delgado, apuntó al crecimiento de la pobreza y el nacotráfico.