“-¿Qué tal San Juan?”, le preguntó el Papa Francisco a monseñor Alfonso Delgado.
“-Muy bien. Hemos venido muchos a verlo, cerca de 600 sanjuaninos. Y el resto de la provincia nos acompaña por todos los medios de comunicación. Es una satisfacción enorme encontrarnos aquí, en familia”, le respondió Delgado.
“-¡Ah, qué alegría!”, se emocionó Francisco.
El diálogo se dio en la Catedral de Río de Janeiro, Brasil, durante la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebró la semana pasada. Y lo relató con lujo de detalles monseñor Delgado, tras su regreso de Brasil, sin ocultar su alegría por el interés del Papa por la provincia. Fue parte de las anécdotas que Delgado contó sobre el encuentro que Francisco tuvo con los argentinos, en las que relató también cómo se gestó la foto que recorrió los medios, de monseñor ubicado a la derecha del Sumo Pontífice. La imagen incluso fue tapa de la revista Gente.
‘Si bien los encuentros con el Papa tienen cierto orden, cierto protocolo, todo se rompió cuando salimos de la Catedral. Él nos pidió a los obispos que lo acompañáramos a la salida y yo de pronto me encontré muy cerca de él. A pocos metros de que llegara al vehículo que lo trasladaba, me acerqué y le dije que esas miles de personas que estaban detrás del vallado eran argentinos, que habían pasado toda la noche bajo la lluvia esperándolo, sin dormir. Bueno, vamos a acercarnos un poquito, me dijo. Y así se dio todo, de forma muy natural’, contó Delgado. Cuando Francisco llegó a la calle, le acercaron una bandera argentina y los flashes dispararon sin discreción.
‘Creo que el Papa hubiese descubierto esa situación sin que yo se lo dijera, pero me pareció correcto decírselo. Es más, no recuerdo haberlo tratado de usted, si no que lo tuteé, pero él no se inmutó y creo que incluso le resultó más grato ese trato. Cuando noté la cantidad de fotos que nos sacaban, pensé: Mmm, esto puede traer cola. Pero yo no me iba a alejar del Papa por unas fotos. Y sí, estaba a la derecha de él, pero lo mismo daba si estaba a la izquierda. Se dio así y la sensación en ese momento fue justamente como si hubiera estado en familia’, agregó monseñor.
Delgado arribó a Brasil el lunes pasado y llegó anteayer a la provincia. El fue uno de los obispos que eligió participar de las catequesis para jóvenes durante la JMJ. Junto a un grupo de sacerdotes de distintas partes del mundo lo alojaron en un hotel, el Guanabara. ‘Por cuestiones de seguridad nos llevaban a Copacabana en vehículos, que por el intenso tráfico y tanta cantidad de gente, tardaban tres horas en llegar a destino. Yo realmente me sentía medio enjaulado, así que desde el segundo día agarré mi mochila y empecé a irme caminando. Tardaba una hora y media’, dijo. Sus días eran muy intensos, porque salía a las 6 y llegaba de vuelta al hotel a las 14; y a las 15 volvía a movilizarse para regresar a las 21. ‘Las catequesis se daban en 300 sitios y los jóvenes se agrupaban de acuerdo a sus idiomas. Yo di catequesis para cubanos, colombianos, venezolanos, uruguayos, argentinos y chilenos’, añadió.
A su vez, dijo que cada vez que se encontraba con los sanjuaninos, se emocionaba. ‘Iba caminando y me encontraba con los vallistos, con los ulluneros, con los chicos de San Juan en Río. Fueron momentos muy lindos, que disfruté mucho’, contó.
