Pechito no pudo. No falló el piloto, tampoco el auto. Fue una incidencia de carrera: una mancha de aceite en pista. José María López estuvo cerca pero no pudo llevarse la triple corona, es decir, los títulos de TC 2000, Top Race y TC, al abandonar ayer la final en la última fecha del Turismo Carretera. El que pudo festejar fue Emanuel Moriatis, quien se consagró campeón, al ganar una infartante final en el autódromo de Buenos Aires.

Así como la victoria colmó de alegra a Moriatis y todos los integrantes del equipo Lincoln Sport Group, la otra cara de la moneda la vivió el cordobés "Pechito” López y el equipo HAZ, porque llegaba como cómodo líder. La incidencia decisiva y que cambió el rumbo de los acontecimientos se dio en el giro 18, cuando en punta marchaba Jonathan "Pinchito” Castellano (Dodge) y Moriatis pegado a sus escapes, mientras que unos metros más atrás lo hacía López.

Una mancha de aceite en el pavimento, paradójicamente dejada al romperse el auto del compañero de equipo de Pechito, Martín Basso, perfectamente señalada por el banderillero y no vista por los pilotos le jugó una mala pasada a los de arriba.

Castellano y Moriatis la padecieron primero y se fueron de pista, aunque el de Lanús logró enderezar el rumbo milagrosamente a la vez que López no pudo esquivarla y terminó enterrado en el barro con todas sus ilusiones rotas.

Ese golpe de escena, inesperado, más el ingreso del auto de seguridad le permitió al posterior ganador reacomodarse y esperar la definición con tranquilidad ya que atrás suyo habían quedado Guillermo Ortelli (Chevrolet) y el "Pato” Silva (Ford).

Pasaron tres giros de neutralización y en el reinicio Moriatis tomó decididamente la delantera, previo a un fugaz intento de Ortelli -fue como que el pentacampeón no quiso complicarle la vida al nuevo monarca-, y mucho menos el chaqueño al ver que su amigo y colega llevaba a la marca nuevamente al título.

Así, Moriatis tuvo su día soñado y un título por el cual haba luchado pero que nunca imaginó que lo obtendría de la manera que se dio. En cambio, "Pechito” no pudo calzarse la corona y mucho menos la "triple”, que de haberla obtenido hubiera sido el primero. Le faltó muy poco al hombre que ya está con un pie y medio en la Fórmula 1.

Moriatis sumó 92 puntos en la Copa de Oro que le posibilitaron adueñarse del campeonato del TC, mientras que López acumuló 82,25 unidades.

Moriatis, de 29 años, oriundo de Lanús y que debutó en la categoría en 2002, logró un milagro y con gran esfuerzo y la suerte necesaria se llevó el campeonato. El podio fue completado por el quíntuple campeón Guillermo Ortelli y el chaqueño Silva.