Por primera vez después del frío saludo en el velatorio de Néstor Kirchner, la presidenta Cristina Fernández recibió ayer al titular de la CGT, Hugo Moyano que busca apoyo para conducir al PJ bonaerense y para el proyecto de reparto de ganancias de las empresas con los trabajadores que rechaza la Unión Industrial Argentina -ver aparte-.

En un encuentro reservado, Moyano consiguió el aval de la Presidenta para destrabar la convocatoria a un encuentro del PJ bonaerense, pero a cambio, debió aceptar el poder de los intendentes del Conurbano bonaerense dentro del peronismo provincial.

El cónclave se iba realizar hoy, pero fue suspendido por Moyano ante la amenaza de sufrir una nueva falta de quórum como ya le ocurrió en una primera convocatoria. El líder sindical está a cargo del PJ bonaerense a raíz de la enfermedad del vicegobernador bonaerenses y presidente del partido, Alberto Balestrini.

Con este nuevo escenario político de poder compartido, Moyano decidió realizar la próxima reunión del Consejo el 6 de diciembre en la residencia del gobernador, Daniel Scioli.

De esa manera, se descomprimió una situación tensa que enfrentaba al camionero con los intendentes bonaerenses, en una puja por el poder del peronismo provincial. En los últimos días, Scioli, titular del PJ nacional, se reunió en varias oportunidades con Cristina. "Es la presidenta de la nación, la conductora política", afirmó Scioli sobre el papel de Fernández de Kirchner en el peronismo y tras el encuentro con Moyano, por lo que remató: "El gobierno gobierna el partido, y el partido es el partido del gobierno".

Ocurre que la reunión, que en principio estaba convocada para hoy en Mar del Plata por el moyanismo estaba destinada al fracaso. Incluso, cerca del hombre fuerte de la CGT se indicó que el sindicalista no estaba dispuesto a recibir un nuevo golpe por parte de los intendentes. Que el escenario del próximo encuentro sea La Plata no es casual. Los intendentes y dirigentes que no concurrieron a la primera convocatoria del camionero el pasado 26 de octubre, faltaron por sugerencia del fallecido Néstor Kirchner. Tras la muerte del santacruceño se encolumnaron detrás de Scioli ante la posible amenaza que encarnaba el titular de la CGT en el sentido de avanzar en el poder territorial de los caciques del Conurbano. De hecho, a solo horas de la muerte de Kirchner, el propio Moyano deslizó que habría que reestructurar el peronismo, lo que fue interpretado como una embestida del sindicalista sobre el partido. Lo que ayer quedó claro, según lo anticipado días atrás la agencia DyN, es que la presidenta manejará a nivel general el partido, y dirimirá en los conflictos internos como este, aunque no se sentaría en la conducción del Consejo Nacional Justicialista. En diálogo con DyN, Omar Plaini, titular del Sindicato de los canillitas y diputado nacional -además de hombre del riñón de Moyano- fue el encargado de informar la postergación y el cambio de fecha y lugar. "Estoy trabajando en la convocatoria", dijo Plaini, quién aseguró que la fecha y el lugar de reunión del Consejo provincial "se acordó por expreso pedido del gobernador Scioli, con quién Moyano estuvo reunido tras su regreso de Alemania donde participó de un congreso internacional del transporte".

Plaini señaló que "hablé con varios intendentes y también Hugo habló con otros, así que más allá de los matices esperamos una masiva concurrencia el 6 de diciembre en La Plata". Algunos intendentes revelaron a esta agencia que esperaban Moyano levantara el cónclave previsto para hoy, aunque ninguno de ellos manifestaría su no asistencia. En aquella oportunidad, Moyano encabezó una reunión con muchos ausentes, lo que se interpretó como una orden bajada por Kirchner para restarle poder al camionero. Un juego político de toma y daca que el ex presidente practicaba a la perfección.