Marcó el gol del triunfo del debut ante Independiente para ganar 1-0. En la segunda fecha ni gritó su conquista de penal ante Tigre porque cayeron 3-1. Y el pasado lunes facturó por duplicado para la victoria sobre Lanús por 3-1. Con esa efectividad total, Gastón Caprari se transformó en el máximo y único goleador del Torneo Clausura del fútbol de AFA. El "Gato" está en su mejor momento y va de la mano con el rendimiento del equipo que está un punto por debajo de los 4 punteros. Goles que sirven para engrosar el promedio para seguir siendo de Primera. Sin embargo, para llegar a esto el cordobés debió pasar por momentos muy duros por las lesiones que postergaron sus chances de jugar.
Este delantero de 27 años llegó a Concepción a mediados del 2010 y fue alternando, pero nunca indiscutido. Con la llegada de Garnero, al "Gato" le llegó la oportunidad por la que tanto trabajó, no obstante una fractura en su pie izquierdo y los dos meses de recuperación le impidieron hacer la pretemporada. No bajó los brazos y cuando parecía que la hora del "Gato" llegaba, una tendinitis lo marginó al comienzo del torneo. Buscando consuelo en su hijo Romeo y su esposa Ornella que +son los que más me apoyaron+, tal cuál contó, aguardó su posibilidad.
La que llegó el 15 de octubre del año pasado por la 11ma fecha ante Racing (terminó 0-0). Ese día Garnero lo puso por primera vez de titular en Primera ya que el equipo acumulaba sólo dos triunfos y necesitaba una recuperación. Desde allí nunca más dejó el equipo que coincidió con la levantada de un San Martín que en los siguientes 9 juegos sólo tuvo una caída. Al tercer partido anotó en el triunfo por 2-1 sobre Banfield y fue determinante con el doblete para ganarle a Olimpo en Bahía Blanca (3-0). Día en el que destacó: "Hice el mejor gol de mi carrera", luego de picársela al arquero Tombolini.
Terminó el Clausura y pudo realizar por fin la pretemporada entera. Cumplió en los amistosos del verano y llegó aceitado para el inicio de este Clausura que hoy lo tiene en la cima de los artilleros con un póker de gritos. Tres que sirvieron para los triunfos sobre Independiente y Lanús, y el restante en la dura derrota sobre Tigre al que el "Gato" lo definió apenas terminado el encuentro así: "No sirvió porque no nos llevamos nada a San Juan. Por ahí me da un poco de confianza a la hora de los penales, pero para el equipo no sirvió de nada". Gol que una semana después le sirvió para ser el máximo romperedes del país.
No obstante, a la hora de hablar de este presente es simple. "Estoy muy contento por los goles, pero los haga yo o mis compañeros me da lo mismo, igual me voy a ir contento de la cancha. Lo que más me interesa cuando juego es que el equipo gane".
Caprari está en su momento y San Martín también. Ambos van de la mano y sus goles son vitales. Casualidad o coincidencia, porque cuando el "Gato" tomó la titularidad, el equipo empezó a crecer para este gran presente de ambos.
