Del Sur bajaba una brisa que obligaba a cerrar las camperas y buscar resguardo para las manos. Igual, las gargantas de la hinchada puyatana se hicieron sentir bien fuerte al principio. Las casi 1.500 almas que poblaron la tribuna Norte gritaron fuerte aunque el aliento fue disminuyendo a medida que pasaron los minutos y el tablero no se modificó.
De lo que no se olvidaron los hinchas locales fue de Gonzalo Parisi, que ahora juega para el equipo sureño. Cada vez que el Toro tocó la pelota bajó la silbatina y, también las risas y burlas, como cuando el delantero se cayó solo en un ataque visitante, en el complemento. Parisi dijo tras el final “que no se olviden que los salvé en una Promoción. Y si me insultan es porque me dan importancia”.
Con algo de gente en la plateas, Este y Oeste, lo demás estuvo vacío. Los simpatizantes visitantes, una decena, se ubicaron en la parte bajo de la tribuna Oeste. Pobres, el frío los siguió hasta en tierras cuyanas.
