Se fueron por la manga. Así se vivió el final del partido en Concepción. Tras la derrota los jugadores no se fueron directamente por el túnel (como es costumbre), sino que se marcharon por la manga destinada al equipo visitante a los vestuarios y así evitar lo que ocurrió hace dos semanas, cuando en el empate ante Almagro, todos se fueron insultados y además, escupidos.
San Martín vive un momento crítico y sus hinchas se lo hicieron notar. Ayer el "que se vayan todos", volvió a retumbar en el Hilario Sánchez, pero con el ingrediente que los fanáticos de la popular norte se lo evidenciaron con mayor contundencia: se treparon al alambrado, lo rompieron y hasta un hincha se metió a la cancha cuando faltaban 9 minutos para el final.
Eso motivó, no solo que el partido estuviera demorado, sino que ‘ese hincha’ se ganara el aplauso de otros fans, en señal de aliento por su actitud.
"A este equipo no lo salva ni Ferguson", tiró un hincha en la platea, en referencia al multicampeón entrenador del Manchester. Es que el Verdinegro está que arde y ni el Roly Rodríguez se sabe si lo puede enderezar.
Que el ídolo haya tomado un fierro caliente se sabía, pero hay que comprarle un buen shampoo para hacer el mejor lavado de cabeza a un equipo que perdió el rumbo.
Anoche hubo puntos que merecen un análisis. Que Ceballos termine a los insultos con un hincha cuando lo cambiaron. Que la gambetita de Husaín ya no es productiva ni sorpresiva. Que Décima no es el pulpo en el medio de partidos atrás. Que a Torresi no le inventen un puesto cuando el propio jugador expresó en la previa que no es enganche. Que el ya mencionado Ceballos tiene opciones pero no la concreta. Que Herrera se equivoca cuando quiere salir jugando. Que Rojas no es productivo como volante por derecha.
Mucho quizá, pero terminó marcando una noche para el olvido, que tuvo más negro que verde esperanza.
