Andaba acomplejado por los robos, contó don Elías Lara, el papá. Más todavía para esta fecha, pues Claudio Javier Ferrero Lara siempre se acordaba que años atrás, justamente para la noche del Día del Amigo, habían entrado a su casa a robarle. Le preocupaba más su lavadero, por eso algunas noches dormía ahí por seguridad. Como ayer en la madrugada, que supuestamente se quedó hasta pasadas las 6 en su negocio de Rawson y recién a esa hora se marchó en auto hacia su casa en Concepción. Debía estar temprano para llevar a una de sus dos nenas al hospital, explicó el padre. En el camino, pasó lo que nadie esperaba. El auto de Claudio salió de su carril en la avenida de Circunvalación, en Desamparados, y se despedazó al estrellarse contra unas columnas metálicas. Nada se pudo hacer por el muchacho, de 30 años, que murió entre las chapas retorcidas.
Toda una paradoja. El auto Renault 9 de Claudio Javier Ferrero Lara -el fallecido- quedó partido y casi enroscado en dos de las columnas de un cartel señalizador que fija la velocidad máxima a 80 km/h y la mínima de 50. Por cómo estaba el coche, los policías suponían que Lara iba muy rápido cuando chocó ayer alrededor de las 6:40 contra esos postes situados en esa especie de zanja que divide los dos carriles de la avenida Circunvalación, entre Libertador e Ignacio de la Roza.
Lara venía, en teoría, de su lavadero en avenida Comandante Cabot, Rawson, y tomó al Norte por Circunvalación para dirigirse a su casa en calle General Acha, Concepción. Fue en ese trayecto que derrapó, al agarrar una curva bien abierta. El auto recorrió algo de 40 metros por el césped -entre los dos carriles- y ahí se destrozó al impactar contra las columnas, causando la muerte de Claudio Lara.
"Pienso que pudo ser un problema mecánico. Hace poquito había hecho arreglar el tren delantero y una rueda no le quedó bien. La otra es que se haya dormido o pestañeado al prender la calefacción", comentó Elías Lara, que perdió a su único hijo varón. El muchacho dejó a dos nenas de 9 y 4 años.
