De acuerdo a los resultados de las elecciones primarias, el basualdismo parece ser el único espacio opositor que quedó parado con chances concretas de crecer en términos de representación popular. En los comicios de 2007 se le vino abajo todo lo que construyó cuatro años antes en la provincia y frente al poderío giojista, perdió diputados y concejales y se quedó sin ninguno de los cuatro municipios que conducía. El 14 volvió a quedar muy rezagado en la disputa por el sillón de Sarmiento, pero en cuatro departamentos consiguió votos suficientes como para soñar con la Intendencia y recuperar puestos que son considerados clave. Los otros contendientes del oficialismo continúan, al menos por ahora, lejos del caudal que hace falta para llegar a cargos de peso.
Si bien en las primarias se puso en juego nada más que la selección de los candidatos de cada fuerza, dejó una tendencia que no será sencilla revertir en los dos meses que quedan para la batalla final del 23 de octubre. El propio Roberto Basualdo aseguró después del 14 que las elecciones de gobernador “están casi definidas”, a pesar de que el segundo lugar lo consolidó como el líder de la oposición local. Lo dijo por la abrumadora mayoría que consiguió José Luis Gioja, que con más del 69 por ciento de los votos se encamina a conseguir la re-reelección en octubre si en el medio no hay ningún hecho político extraordinario. Lo mismo se puede interpretar para la puja por ganar bancas en la Legislatura, si se tiene en cuenta que en la categorías de diputados proporcionales el oficialismo se alzó con un porcentaje similar de sufragios.
Sin embargo, el último resultado electoral le ofrece al basualdismo una bocanada de aire fresco que abre expectativas reales de mejorar en términos generales la performance de hace cuatro años. El movimiento que lidera el actual senador -es el Frente Unión Producción y Trabajo, donde tiene de socios al ibarrismo y al macrismo- hoy no tiene intendentes y cuenta solamente con tres diputados proporcionales. Pero hace dos domingos obtuvo la gran posibilidad de ganar terreno en los municipios y acompañar aquello de “primera alternativa opositora” con un crecimiento en la cantidad de cargos electivos, un elemento incontrastable a la hora de medir medir la envergadura y el peso político de cada agrupación.
Unión Producción y Trabajo sacó una ventaja de 10 puntos en Angaco que lo pone como el gran favorito para arrebatarle la Intendencia al giojismo en octubre, en Valle Fértil terminó arriba por un margen de 2 puntos, en Ullum y Zonda terminó palo a palo con el oficialismo en el recuento y con las chances intactas de conseguir la conducción municipal. Adicionalmente, en la categoría a diputado departamental quedó abajo del Frente para la Victoria en los cuatro distritos, pero escasos puntos y mantiene una luz de esperanza de conseguir escaños en la Cámara de Diputados por esta vía.
Un panorama mucho más alentador que en el 2007. En aquella contienda, el Frente para la Victoria no sólo arrasó en la pelea por la Gobernación y las bancas de diputado, sino que inéditamente se quedó con la totalidad de los 19 departamentos -hoy conduce 18, porque Mauricio Ibarra se fue del PJ y armó un espacio propio-. Para el basualdismo fue un duro traspié, también, porque representó perder los cuatro municipios que había ganado en alianza con otros partidos en su debut electoral, en el año 2003 -Calingasta, Jáchal, Santa Lucía y 9 de Julio-.
En los otros frentes y partidos de la oposición, Todos por San Juan, Opositor y Dignidad Ciudadana, el denominador común fue la impotencia de no poder quedar orientado hacia un crecimiento de magnitud que sirva de base para futuras contiendas en las urnas. Con la misma oferta electoral que el 14 de agosto en el cuarto oscuro, el camino a octubre pareciera ponerlos en la misión de mejorar marcas propias que no terminan de ser suficientes para despegar y explotar en cargos de representación de envergadura.
