José Agustín Matar, el ingeniero de 82 años que junto a su colega Carlos Rudolph había demandado a la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) reclamando un resarcimiento económico y luego denunciado al rector Oscar Nasisi por abuso de autoridad, falleció ayer en su domicilio del Barrio Residencial, en Capital. El profesional venía luchando contra una insuficiencia renal y por eso se venía sometiendo a diálisis tres veces por semana, pero su estado general se empeoró en las últimas horas y al final expiró.
Durante la gestión del exrector Tulio Del Bono en la casa de estudios, quien también fue demandado por la reparación económica, Matar y Rudolph fueron denunciados por la supuesta comisión de los delitos de malversación de caudales públicos y les retuvieron sus bienes con intervención de un escribano, pero en un juicio que tuvo lugar en 2008 fueron absueltos. Y desde entonces mantenían una pelea con la casa de estudios, que incluye un juicio civil en el que reclaman un resarcimiento económico millonario y una pedido público de disculpas. Pero hasta ahora nunca había logrado un acuerdo con la UNSJ.
A la demanda civil se sumó después una denuncia penal contra el rector Nasisi y el director del Instituto de Investigaciones Mineras, Pedro Sarquís. Fue por los presuntos delitos de abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. Según los denunciantes, con el patrocinio del abogado Miguel Arancibia, los funcionarios universitarios se habrían negado a devolver a los profesionales elementos que estaban bajo su custodia. Por ejemplo, agendas de trabajo, proyectos y hasta libros que reclamaban como propios. También parte del equipamiento con el que trabajaban, que incluía una copiadora de planos, un equipo de geofísica, un laboratorio de electroquímica, planotecas, una PC con su impresora, muebles y hasta un aire acondicionado. Pero, entre los bienes más preciados que echaban de menos, se encontraban proyectos de investigación en los que estaban trabajando.
Durante los últimos años Matar, al igual que Rudolph, se la habían pasando transitando los pasillos de los juzgados federales e incluso lograron que el Consejo Superior escuchara su pedido de reparación de su nombre, pero nunca lograron una respuesta.
En una entrevista que Matar mantuvo con este diario, publicada el 7 de septiembre de 2012, ante la pregunta sobre a qué le atribuía la demora de la UNSJ en atender su reclamo, respondió que “diría que quieren tiempo para que nos muramos antes”.
