Hasta hace poco más de diez años, ni los sanjuaninos cercanos a la música de alto vuelo pensaban que era posible tener ópera hecha en la provincia, pero así fue. Tanto que este próximo 7 de noviembre a las 22 en el Auditorio Juan Victoria, se pondrá en escena Nabucco de Giuseppe Verdi, para celebrar la primera década de este género y los 100 años de la Sociedad Israelita (esta obra cuenta parte de la historia del pueblo hebreo). Su director -desde entonces- es Ricardo Elizondo, quien tras años de formación en el exterior volvió a su tierra para hacer realidad este sueño.
Siempre canté. No recuerdo en que momento comencé a cantar en la escuela primaria, salía en los actos con otros chicos tanto en Caucete -donde nací-, como en Buenos Aires donde también viví. Años después me fui a estudiar abogacía a Córdoba, allí conocí la ópera, y tuve la oportunidad de viajar con el Coro del Teatro Libertador San Martín a Europa y un grupo decidió quedarse para aprender, perfeccionarse, queríamos ver que nivel teníamos. Así buscamos profesores de canto, tuvimos mucha suerte, yo particularmente trabajé en muchas actividades para poder pagar a los maestros de canto, e ingresé a la ópera de Cataluña. Me formé allá, viví muchos años en ese país, fue duro hasta que logramos la residencia. Todo lo que ganaba era para estudiar. Trabajé mucho en producción, sobre todo porque era una ópera itinerante que recorría 15 teatros. Eramos como un circo que salía a hacer ópera, más de cien personas viajamos a diferentes puntos de la región.
El desarraigo es un tema delicado, extrañaba mucho, pero pensaba que iba a hacer acá si no hay historia con la ópera, siempre hubo conciertos con fragmentos, pero no ópera. Regresé pero no tuve suerte con la propuesta que presenté al gobierno. Volví en 2005 cuando ya estaba el gobernador José Luis Gioja, hablé con el profesor Eduardo Peñafort, les gustó la propuesta y ahí arrancamos.
No fue fácil, fue mutando porque esto es como un reloj suizo que debe funcionar a la perfección. Así es que convocamos a un concurso nacional de Ópera, lo que fue un hito en la Argentina porque no se había hecho antes. Lo copie de España, allá se usa mucho hacer eso. Así terminé de armar los equipos de dirección escénica, dirección orquestal, pianista repertorista, entre otros. La idea era buscar lo mejor. Considero que lo logramos y tenemos un gran equipo. De hecho armamos todo en muy poco tiempo, y con un presupuesto muy ajustado, algo nada sencillo para hacer una superproducción. Para conseguirlo son muy importantes las direcciones orquestales, escénica y corales. Además del respeto a la parte de canto que es la base de la ópera, eso no se puede tocar. Se podrán adaptar los vestuarios de la época, entre muchos otros detalles que hacen a cada obra, pero la parte de canto jamás, cada obra debe tener el cantante lírico que le corresponde. Es un género complejo.
Nosotros hemos llegado a armarla en tiempo récord. En ocho días ensamblamos todo. Claro que cada parte ensaya y trae listo lo suyo, el coro, la orquesta, los cantantes solistas que ya llevan años dedicándose a roles principales, son de alto vuelo. En general los solistas vienen de otros lugares, pero acá hay una cantera importante en formación.
Perdí la cuenta, pero llevamos cerca de 50 títulos de ópera, desde Carmen, Rigoletto, Sansón y Dalila, Madame Butterfly, Pagliacci, entre otros títulos de la Lírica universal, se han hecho en San Juan. Ahora cerramos con la ópera Nabucco de Guiseppe Verdi, para celebrar los 10 años de la Ópera de San Juan. Además esta obra tiene mucha simbología y representa mucho para todos los que la interpretan. Para ello llegará a la provincia el barítono Luis Gaeta, un ícono de la lírica argentina. Además por ser una obra que narra la historia del pueblo hebreo es que celebraremos los cien años de la Sociedad Israelita. Es una ópera preciosa, que también tiene un fragmento coral que se llama Va Pensiero que es muy importante para el pueblo italiano, es su himno por adopción. Es un momento exquisito de la obra que interpretará el coro dirigido por Gabriel Arce. Tiene una particularidad muy especial porque es el único fragmento coral en el que se pide bis, la gente se atreve a pedirlo y normalmente se le otorga.
Me ha tocado reemplazar en dos oportunidades, en Traviata y en Carmen. Las veces que canté fue por algún problema de salud que surgió con el tenor de la obra, pero es una locura.
En la que presentamos ahora gastamos 300 mil pesos, pero en realidad hemos debido ajustarnos mucho porque en cualquier otro lado gastan tres veces más. Lo que pasa es que nuestro presupuesto se recortó al 35 por ciento en el año 2010 y debemos darnos vuelta con eso. Por ese motivo es que antes la entrada era muy barata y ahora cuesta 200 pesos para compensar en algo los gastos. Afortunadamente el público sanjuanino responde siempre muy bien.
Ya lo creo. Está pensado para ópera y ballet, es algo grandioso. Es una obra que una vez terminada demandará una gran programación de obras de diferentes estilos. Por nuestra parte lucharemos para que este género no decaiga.
