El juez de Instrucción Guillermo Adárvez ordenó la extracción de sangre a una beba de un mes y medio, con la idea de hacer pruebas de ADN para esclarecer un caso grave: saber quien fue su progenitor y meterlo preso, pues es hija de una nena de 13 años con un severo retraso madurativo, dijeron fuentes judiciales. En una segunda etapa sacarán muestras a los sospechosos: un comerciante de apellido Sánchez, de 45 años, y un tío de la criatura de apellido Mora, de 33, precisaron las fuentes.
El hecho ocurrió en el Lote Hogar 3, en La Bebida, Rivadavia. Allí vivían los protagonistas del caso aunque todos se mudaron, luego de un violento episodio, una suerte de revuelta popular contra Sánchez, a quien los vecinos consideran autor de haber ultrajado a la niña cuando iba a jugar con su hijo adoptivo.
El caso fue denunciado el 16 de abril cuando la mamá de la nena se enteró que no menstruaba porque estaba embarazada. Días después, la noche del 2 de mayo, un numeroso grupo de vecinos sacó la camioneta Daihatsu que Sánchez tenía en un taller del lugar y luego de destruirla por completo, le prendieron fuego.
Entonces la Policía rescató a Sánchez para evitar que corriera la peor de las suertes, aunque el hombre en todo momento negó cualquier relación con esa violación. Es más, esa vez se ofreció voluntariamente para hacerse el ADN y, cuando se mudó, dejó su dirección a los pesquisas para que lo busquen, convencido de su inocencia, dijeron.
La familia de la nena se fue a Chimbas. Y también el tío de la víctima, señalado como uno de los posibles autores: ese dato no pudo quedar claro en la entrevista con los psicólogos a causa de las alteraciones mentales.
El ADN no se hizo antes para preservar la salud de la nena y su beba. Se optó por esperar al nacimiento, que ocurrió el 30 de agosto pasado, el mismo mes que cumple años su mamá. La criatura, dijeron, no tiene ningún problema mental.
