Como proyecto artístico, Alquimia Cuyana surgió en el verano de 2008 y desde entonces hasta hoy, ha tratado de perdurar de manera constante con un concepto claro: reivindicar las raíces del folklore americano. Con este mandato, o mejor dicho objetivo, el grupo fue creciendo y ampliando su horizonte musical. Y todo ese bagaje es el que se ve reflejado en Raíz Mestiza, su primer disco oficial. Este álbum marca un antes y un después, un punto de partida nuevo para el grupo, en el aspecto profesional. Y en el plano artístico, la consolidación de este anhelo de integrar, en su justa medida, aquellos sonidos que identifiquen lo auténticamente latinoamericano. Como pan caliente recién salido del horno -o mejor dicho de los estudios de "El Hornito" de Sergio Manganelli-, la placa contiene una selección de 10 tracks que incluyen ritmos tradicionales de Colombia, Cuba, Uruguay y Perú.

"Existe un vasto repertorio de canciones que interpreta Alquimia, que aún queda mucho por grabar. Fue un trabajo prolijo hecho a conciencia con investigación previa. Muchos temas quedaron en el camino que seguramente pasarán a formar parte del próximo CD", dijo Germán Güell, tecladista e integrante recientemente incorporado al grupo conformado por Fabricio Carbajal, Jonatan Vera, Goku Illanes, Gustavo Reinoso, Matías Sánchez y Matías Coronado.

Si bien, hay obras escritas de Rubén Rada, Félix Daro Palorma y de Silvio Rodríguez, entre otros autores, sin duda el primer corte de difusión, "Cuyana cosechadora", de Mario "Bebe" Flores, sintetiza fielmente el sentir musical de Alquimia. Y es que aunque suene a cueca cuyana en su esencia, hay pasajes en que la secuencia rítmica es condimentada con sabores latinos que, al escucharla, levantan el ánimo a cualquiera. También está "Sanjuanina dulce" de Raúl de la Torre y Ernesto Villavicencio, que resultó en una interesante versión. Hasta la tradicional cumbia colombiana de los Wawanco con "La Burrita", será oportuna para ponerla en alguna fiesta.

"El disco hace un enlace de la música latinoamericana, apoyado en una base de música cuyana. Nos metemos en las raíces de lo afro, lo andino, lo del norte y lo del sur", resaltó el percusionista del grupo Guillermo "Goku" Illanes. Y agregó que ‘Hay un trabajo de ensamble que invoca a las particularidades de cada ritmo folklórico. Las cuerdas de guitarra de la cueca cuyana, con el sonar de los tambores del candombe rioplatense. Buscar las similitudes o los colores de cada sonido regional y plasmarlas en un arreglo o adaptación, esto es lo que demuestra este disco".

Para el acabado de esta pieza artística, los sanjuaninos contaron con el apoyo de Goy Ogalde, ex-intérprete de Karamelo Santo, quien se encargó de la masterización en su estudio el Cangrejo Records en Buenos Aires.

El producto artístico del grupo no responde a los requerimientos del standard comercial de la música, ya que se manejan en el principio de la auto-sustentación, es decir, el financiamiento propio en base a su producción. Este hecho también los define, porque generan fondos de lo que ellos producen en cada tocada.

"Nuestra manera de vivir de la música, amar lo que hacemos, insistir y de creer que sí se puede. Eso es Alquimia. Cuando se sueña en grande, se consiguen cosas grandes. Este disco lo hicimos de manera independiente, costó años de esfuerzo, de respeto y compromiso" concluyó Goku. En este momento excepcional de la banda de crecimiento y aprendizaje, sigue en la búsqueda de afianzarse en el espacio de la música popular. Un espacio para que pueda plasmar su idea estética, sus sentimientos y su ideología, dándole un nuevo aire a los ritmos latinoamericanos pero con el inconfundible acento cuyano.