El pibe se quedó con lo que quería. Nicolás Naranjo ganó la última competencia del calendario rutero que justamente se corrió en sus pagos de La Bebida. Por eso fue tan especial. Naranjo consiguió lo que quería. Porque es el gran anhelo de todo ciclista de querer mostrarse siempre en sus pagos, con su gente. Con ese sabor especial por ser la última de la temporada, a pesar de que se agregó a último momento una nueva competencia para el primero de abril, la de ayer para Nico Naranjo no era una más. Lo buscó y por eso encontró su premio sobre el final.
La competencia organizada por el Cicles Club La Bebida, se corrió ayer en un circuito comprendido por las calles Avenida Libertador, Morón e Ignacio de la Rosa y contó como es costumbre en el ciclismo sanjuanino con su toque especial: el calor y el fervor de sus seguidores. Bajo un calor agobiante, los 101 ciclistas le pusieron el pecho y lograron dar un buen espectáculo para los ojos del espectador. Con fugas que no prosperaron, el pelotón dividido en hasta cuatro grupos, muchas caídas que incluso llevó a la expulsión de Ricardo Escuela, se llevó a cabo la última competencia del año rutero.
Pedro González, “Bam Bam” Fernández, Emanuel Agüero y Ricardo Julio se dieron el gusto de fugarse y sacarle al pelotón, -que a esa altura estaba dividido en varios grupos- casi un minuto de diferencia. Pero la alegría no les iba a durar mucho, porque otra vez fueron neutralizados por el grupo que los perseguía. Con la caída de Daniel Zamora que derivó en la expulsión de Ricardo Escuela, la carrera tomó otros tintes. Las múltiples rodadas en el gran charco de calle Libertador a la altura del Jardín de los Poetas ya eran algo normal.
A pocas vueltas de culminar -recordando que se corrieron 10 vueltas y no 11 como estaban programadas- Emiliano Ibarra, Nicolás Naranjo y Cristian Clavero fueron los que dieron el salto y tomaron las riendas del pelotón. Lograron sacar una buena diferencia que ya hacia apostar por el ganador a poco del final. En los últimos metros, el aliento para el de La Bebida fue mayor. El pibe se dio el gusto de quedarse con la última etapa de la temporada y nada más que en sus pagos. Nicolás Naranjo por un día se sintió profeta en su tierra.
