La Iglesia advirtió ayer por segundo día consecutivo sobre el crecimiento “alarmante” del narcotráfico en el país y atribuyó la expansión del narcodelito “al aumento de la corrupción que supera los diversos niveles de control de la sociedad y el Estado”. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, dijo que “no deja de conmover a la sociedad el número de muertes por enfrentamientos de grupos que comercian” con las drogas. “En el intercambio de inquietudes y preocupaciones, varios obispos de diversos lugares del país han señalado el crecimiento alarmante del narcotráfico. Esto implica la expansión de bandas del crimen organizado y el aumento de la corrupción que supera los diversos niveles de control de la sociedad y el Estado”, sostuvo. El prelado santafesino habló en el marco de la 109na asamblea plenaria del Episcopado. Arancedo dijo que los obispos reciben a diario testimonios de personas que están inmersas en esta problemática y aseguró que “mucha gente tiene miedo de hablar” y aseveró que “hay madres y padres que no saben qué hacer ni cómo ayudar a sus hijos que cayeron en el consumo o en sobredosis”.