La de esta noche no será una noche más para el deporte de San Juan, será la que cierre una jornada histórica. Por primera vez en esta tierra se realizará una velada de boxeo con una pelea por título del mundo en juego. El chubutense Omar “Huracán” Narváez expondrá su cetro de la categoría supermosca en la versión de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el mexicano José “Matador” Cabrera.
El argentino es 11 años mayor que el visitante. El nuestro tiene mucha más experiencia internacional que su desafiante. Narváez quiere demostrar y demostrarse que en los 52,163 kg sigue siendo el monarca, luego de su intento fallido en alcanzar la corona del peso superior ante el filipino Nonito Donaire, quien lo venció por puntos en octubre pasado.
El chubutense que reinó entre los moscas realizando 16 defensas exitosas, reina en su actual división desde mayo de 2010 cuando ganó la vacante al nicaragüense Everth Briceño. Desde entonces le retuvo frente al mexicano Víctor Zaleta, el puertorriqueño César Seda y el colombiano William Urina, en este peso, las 115 libras, el “Huracán” ganó todas sus contiendas por decisión de los jurados.
Esta noche tendrá a un rival que se tiene mucha confianza, quien con 25 años de edad entiende que ha llegado su momento. Nacido en Nuevo Laredo, Tamaulipas, ostenta el título de campeón mundial joven del Consejo Mundial (CMB) y viene de empatar con su compatriota Daniel Rosas en un combate por la corona interina de la OMB.
En la presentación del jueves dijo ser un púgil polifacético que se adapta a lo que le proponga el rival. “Si hay que boxear boxeo y si me tengo que prender me prendo”, dijo muy confiado.
Con similar optimismo, pero mucho más sereno, por la edad y la experiencia que dan 21 peleas con título en juego, Narváez contó que se encuentra muy bien. “Tengo muchas ganas de volver a pelear en San Juan, me gustó mucho la ciudad y se que si retengo la corona podré volver a hacerlo. Descansé un mes luego de pelear con Donaire y me siento fuerte y motivado para esta pelea”, explicó luego del pesaje.
El promotor de Cabrera, Héctor García, apuesta a que la juventud de su pupilo será un escollo para Narváez. “Hace cinco años no lo peleaba”, afirmó.
Lo cierto es que aún más lento, la calidad del argentino será un acertijo que el mexicano deberá resolver lo más rápido posible porque sino sus aspiraciones se reducirán considerablemente.
