Contrariamente a lo que sucedió en años anteriores, en esta Navidad la pirotecnia no fue la principal causa de las visitas de urgencia y consultas en los hospitales públicos. Durante los festejos en esta ocasión, el principal enemigo fue la comida. Los médicos dicen que esto se debe a que la gente está tomando conciencia en el uso de los petardos pero, por otro lado, muchos aprovechan estas fechas para darse un atracón y terminar pidiendo ayuda en un centro de salud.
El personal del Servicio de Urgencias del Hospital Marcial Quiroga estaba sorprendido. Desde las 2 de la madrugada y hasta las 11 de ayer sólo atendieron a 4 personas que llegaron con quemaduras leves provocadas durante la manipulación de artículos de pirotecnia. Todos eran mayores de edad y sólo requirieron curación sin tener que quedar internados. Sorpresa que también vivieron los médicos y enfermeros del Hospital Rawson, quienes en el mismo periodo de tiempo sólo atendieron a un hombre de 37 años con heridas en los dedos índices de ambas manos, que se hizo cuando trataba de lanzar un petardo de gran potencia. Fue atendido y despachado a su casa.
Desde la guardia policial de este hospital dijeron que "gracias a Dios” la gente está tomando conciencia en el uso de pirotecnia, comprándoles a los niños los artículos que ellos pueden usar sin peligro, y reservando a los mayores el uso del material peligroso. Lo mismo afirmaron los profesionales del Marcial Quiroga, que se atrevieron a decir que la pirotecnia y los accidentes (hasta las 11 sólo atendieron 1 caso en este lugar y ninguno en el Rawson cuando, según el personal de ambos centros, ingresan en promedio unos 20 tanto para el 25 de diciembre como el 1 de enero) dejaron de ser, por lo menos este año, los principales enemigos de la Navidad, dejando su lugar a la comida.
"Hasta las 10 de la mañana hemos atendido a 30 personas mayores afectadas por lo que se conoce como atracones, que es comer y beber en exceso -explicó Sonia Sánchez, jefa de Urgencias del Marcial Quiroga-. Y van a seguir llegando con el paso de las horas porque este trastorno no se siente inmediatamente después de la comilona. Antes, este tipo de pacientes en Navidad no superaba los 5 ó 6 casos”.
Por su parte, la Policía calificó de exitoso el operativo de prevención y control que involucró a 200 efectivos, realizado en zonas de boliches en toda la provincia, durante la madrugada de ayer. El jefe de la Fuerza, Miguel González, contó que hubo 8 boliches entre clausurados y multados (en Caucete, Rawson, Pocito, Santa Lucía, Concepción y 9 de Julio), de los cuales 4 fueron por la permanencia de menores, venta de bebida alcohólica y apertura fuera del horario permitido. Los 3 restantes, por hacer fiestas privadas no permitidas. González explicó que las mismas se promocionaron a través de Internet bajo los slogan de "sin límites de horario” o "canilla libre, traé tu conservadora”.
