Ayer fue un día que tuvo la síntesis completa de la vida futbolística de Lionel Messi. Primero habló de la selección argentina. Y dijo, entre otras cosas, que no está peleado con Maradona, que él solo no puede ganar los partidos, que le duele que digan que no siente a la selección y que espera alcanzar el mismo rendimiento con la celeste y blanca que cuando juega en el Barcelona.

Después, jugó.

Con la azul y roja, por una fecha de la Liga española, ante Racing de Santander, y volvió a ser deslumbrante. Convirtió dos goles, asistió en otro y cuando fue reemplazado, recibió otra vez una ovación por haber sido figura en la goleada por 4 a 1.

"Yo daría lo que fuese por rendir de la misma manera en el Barcelona que en la Selección. Cuando encontremos el juego de la Selección va a ser bueno para mí y el equipo", manifestó Messi en declaraciones a una radio catalana, reproducidas por el sitio Rosario3, antes del encuentro.

Tiempo al tiempo

¿Por qué no encontró hasta ahora Messi ese nivel de juego con la selección? El delantero no encuentra un argumento, pero sí pide paciencia: "es distinto entrenar todos los días que juntarnos diez, quince días y jugar dos partidos. Todavía se está buscando el juego del equipo. Lo importante es clasificar, estar tranquilos, y después sí prepararnos bien para el Mundial". Según Messi "hace falta tiempo y trabajo".

En un rápido sondeo a tres técnicos, todos coincidieron en ese aspecto. La pregunta fue abierta: ¿Por qué Messi rinde de una manera en la Selección y de otra en Barcelona?. Enrique Hrabina, Roly Rodríguez y Ricardo Dillon dijeron prácticamente lo mismo que el jugador. Entre sus argumentos, resaltaron que no es el mismo tiempo de trabajo.

Pero dijeron más. Hrabina señaló que hay que "fijarse en la posición y si se lo abastece igual para explotar su perfil y velocidad (que en Barcelona). Además, no es lo mismo enfrentar a Racing de Santander que a Brasil". Para el Roly "Barcelona tiene un plan de trabajo desarrollado en el tiempo" y Dillon afirmó que "ningún jugador es un fenómeno tal que gana los partidos solo, es el equipo". En resumen, los tres elogiaron al club catalán.

Con la azulgrana, Messi encandila con su repertorio. Y vale la odiosa comparación. Luego de dos actuaciones más que flojas ante Brasil y Paraguay con la selección, Messi volvió a España y jugó 3 brillantes partidos en Barcelona. ¿Goles? Ninguno en los dos con Argentina, 5 en el equipo catalán. Y no es sólo una racha. El promedio de gol con Barcelona es 0,52, es decir uno cada dos partidos (87 en 167). Con la selección, 0,29. O sea, un poco menos de un gol cada tres partidos (12 goles en 41 partidos).

Pep Guardiola, el DT de Barcelona, ayer lo defendió: "No sé qué polémica hay con la selección en su país, pero Leo ya ha demostrado que quiere hacer las cosas bien ahí y está comprometido con su equipo. Contra Perú va a estar bien, que lo dejen jugar".

¿Hace falta algo más que tiempo de trabajo? Messi descartó otras suposiciones: "La relación con Diego (Maradona) es bárbara. Nadie está peleado, todo lo contrario y no sólo conmigo sino con todos". E inmediatamente pidió "no buscar más mierda" en lo que sucede en la selección.

Mientras tanto, el delantero transita por un sendero perfumado con flores en Barcelona y al mismo tiempo intenta aguantar la respiración para no sentir el olor a miedo de una inesperada eliminación para el mundial de Sudáfrica.

El tiempo, ese que pide Messi, entregará la verdad.