El australiano Michael Rogers ganó ayer la 16 etapa del Tour de Francia, disputada entre Carcassonne y Bagneres de Luchon sobre 237,5 kilómetros, donde el italiano Vincenzo Nibali (Astana) consolidó sin sobresaltos su malla amarilla en la primera de las tres jornadas en los Pirineos.
Con un ataque a falta de 4 kilómetros de la meta, en el descenso del Port de Bales, Roogers confirmó sus dotes como rodador frente a sus compañeros de fuga, el francés Thomas Voeckler (Europcar) y el bielorruso Vasili Kiryienka (Sky), que llegaron ambos a 9 segundos y eran los supervivientes de una escapada inicial de 21 corredores.
A algo más de 8 minutos y medio llegaron quienes comandan la clasificación general con el español Alejandro Valverde, soldado a la rueda del francés Thibaut Pinot (FDJ.fr), que aceleró en las últimas rampas de Bales, de categoría especial, 11 kilómetros al 7,7 por ciento y en el que cedió tiempo el estadounidense Tejay van Garderen y el francés Romain Bardet, dos que pelean por el podio final. El último kilómetro de ascenso de Pinot fue antológico. Dejó de rueda a Valverde, a Peraud y hasta Nibali metió la cabeza en el manillar en los metros finales.
A la alegría de Rogers se sumó la del murciano Valverde quien pudo aventajar por 1m50s al francés Bardet, afirmándose en la segunda posición (antes de largar la diferencia a favor del español era de solo 13 segundos).
Hoy se disputará la decimoséptima etapa, de sólo 124,5 kilómetros entre Saint-Gaudens y Saint-Lary Pla d’Adet, pero con tres puertos de primera, los ’cols’ del Portillon, Peyresourde y Val Louron-Azet, y la ascensión final a Saint-Lary Pla d’Adet (1.680 metros), un especial de 10,2 kilómetros al 8,3%.
