"Nunca me gustaron los tatuajes, pero cuando nació mi hijo Cristiano, no lo dudé y me tatué su nombre. También tengo el club donde jugué durante 12 años: Valdagno. Y una Virgen que representa a las mujeres de mi vida, no es porque sea súper creyente".

"En mi familia, mis hermanos fueron muy tranquilos. En cambio yo fui más rebelde, travieso. Desde los 3 años me iba a la calle solo. Fui el que más dolores de cabeza le dio a mi vieja. No me gustaban los estudios, hasta en eso la hice rabiar a mi mamá".

"¿Mi música? Lo mío es la fiesta, el cachengue, el reggaeton. Y cantar nooo… Una sola vez canté karaoke y con un traguito encima. Siempre soy el que acompaña hasta en los asados, porque no sé hacer (risas). Nunca lo intenté, capaz que cuando pruebe sea un buen asador".