El corredor español Mikel Nieve (Euskaltel) se adjudicó ayer una de las etapas más complicadas de la presente edición del Giro de Italia, la decimoquinta, disputada entre las localidades de Conegliano y Gardeccia Val di Fassa sobre 229 kilómetros, que pasará a la historia de la carrera como una exhibición de ciclismo de montaña y en la que Alberto Contador volvió a exhibirse en los cinco ascensos que hubo.
Tras estar involucrado en una escapada de 18 corredores que llegó a tener una ventaja de más de diez minutos respecto al pelotón, Mikel Nieve le ganó el pulso al italiano Garzelli (Acqua & Sapone) en la subida al Val di Fassa y llegó a la meta en solitario en una auténtica tarde de ciclismo sin equipos de las de antaño. Contador reguló su ventaja y llegó tercero ampliando su ventaja sobre el escolta, ahora Garzelli.
Hoy no habrá actividad y mañana se correrá una "cronoescalada" de 12,7 kilómetros entre las localidades de Belluno y Nevegal.
