Que Isabel interrumpiera la relación que mantenía con él para volver con el papá de su pequeño hijo, fue algo que Raúl Torres (34) nunca pudo superar. Al punto de que cuando todo indicaba que cada uno seguiría por su camino, el joven siguió visitando el local comercial de ella y también la casa del tercero, dijeron fuentes policiales.
El punto más dramático de ese problemático caso de “celos y enfermiza pasión” ocurriría, sin embargo, el sábado en la madrugada. Ese día, alrededor de las 2.40, Torres se apareció por la casa de ella en Sargento Cabral, Rivadavia. Llamó a la puerta y cuando salió el hombre que comparte sus días con su ex, sacó un revólver y, agitándolo en el aire, aclaró: “No, con vos no; que venga ella, quiero hablar con ella”.
A partir de ese momento, las cosas se complicaron más para Torres. Porque su propia ex fue la que llamó a la Policía y porque minutos después, el joven pasaba a estar detenido en los calabozos de la seccional 27ma del Barrio Aramburu, en Rivadavia.
Ahora es investigado por las amenazas con el arma y por presunta portación ilegal de ese revólver calibre 32 largo con 7 cartuchos. Y el caso se limitará sólo a esos dos delitos siempre y cuando el arma incautada no registre un pedido de secuestro, pues no descartan que sea robada, indicaron.
