San Martín demostró una vez más que no es toro en rodeo ajeno. Salió de casa en cinco oportunidades y sólo cosechó dos puntos de los quince posibles. Anoche ante Vélez perdió de nuevo y así sumó la tercera caída fuera de Concepción, pero como si fuera poco, ante los de Liniers no hicieron méritos ni para merecer el empate.
El primer antecedente de derrota fue en el encuentro que le tocó jugar en cancha de Independiente, donde recibió la primera de las derrotas dolorosas, porque el local no venía afilado y arrastraba un problema institucional, pero en Santo no sacó provecho.
Luego visitó la Boca y esa fue otro golpe, porque en ese encuentro fue muy superior el conjunto xeneize y le creó muchos problemas defensivos.
En las únicas ocasiones en las que pudo sumar de visitante fue empatando. Primero en La Plata ante Estudiantes y la otra fue la anterior a esta, en Santa Fe con Colón.
La próxima salida es Mendoza ante el Tomba. Deberá ganar por necesidad y por el clásico rival.
