En el semestre pasado fue uno de los jugadores que más elogios se llevó. Su gran técnica con la zurda, la velocidad al nivel de cualquier jugador de Primera y la inteligencia para aprovechar los espacios, lo situaron en el podio de los de mejor rendimiento en el 2009 con San Martín. Al compás del equipo, este año es bien distinto para Leandro Becerra. El volante de 26 años reconoció que no es el mismo, al igual que todo el equipo de Hrabina. Explicó porqué piensa que tiene el bajón en su rendimiento, pero siempre tratando de descomprimir este presente donde muchas de las críticas recaen sobre sus espaldas. Por último, el cordobés, quien descartó que el problema sea físico pues está muy bien, pronosticó que pronto va a recuperarse, igual que ya siente que lo hace el equipo.

-¿La falta de volumen de juego del equipo en varios partidos de este año influyó para que bajaras tu rendimiento?

-Hablemos del último encuentro, no de los otros. Se manejó la pelota de una manera correcta, volvimos a imponer nuestro ritmo y físicamente los pasamos por encima. Después en lo personal, los que están para hablar son el diario y las radios, yo no tengo problemas con eso. Soy el mismo que antes, lo que pasa que por ahí el equipo tampoco ha rendido ya que hemos ganado un solo partido en el año. No sé si es porque tengo la diez en la espalda o hice muchas cosa buenas el año pasado, un poco que se la agarran conmigo. Pero está todo bien.

-¿Te sentís apuntado?

-Tampoco eso. Yo la verdad que no leo el diario, ni escucho la radio. Pero todo el que se me acerca me dice siempre "che, dale. Metele para adelante". Pero yo les digo que me siento bien. Por ahí leen cosas o alguno que ni ve el partido piensa que soy un desastre y todo eso. Esto es fútbol y hay que bancarse lo que venga. Antes te tiraban flores y ahora es todo distinto, pero todo bien.

-¿Sos consciente que siempre se espera más de un jugador como vos?

– (Sonríe) Eso le quería explicar a mi novia ayer (por el martes) de por qué habían hablado tan mal de mí. Le tuve que explicar que por mi posición y función en la cancha, donde vaya a jugar cuando ganemos voy a ser uno de los que más van a elogiar, pero cuando perdamos la voy a tener que pagar, no tanto por el número de la camiseta que lo decía en broma, sino por la misión que tengo.

-¿Por dónde pasan tu bajo rendimiento actual?

-Me parece que no estoy haciendo bien mi función. Me estoy metiendo demasiado al medio para ayudarlo a Seba (Penco) o sino para ganar algún rebote, pero eso no es lo mío. Necesito tener espacio para jugar y arrancar con la pelota dominada, entonces si me cierro eso es imposible.

-¿Sentís que te agarraron la mano los rivales?

-No sé. Sí tengo claro que los cuatro de ellos jamás pasan al ataque. No sé si es porque me agarraron la mano o qué. Pero más de una vez escuché que le decían desde el banco al lateral de mi sector que no se fuera para arriba.

-¿Es positivo que admitas que no es tu mejor versión?

-No pasa porque tenga que admitir algo. El que entiende de fútbol sabe cuándo jugó bien y cuándo jugó mal. Pero acá no hay nada raro. Esto lo quiero revertir por uno mismo, porque siempre quiero jugar bien. Eso va a llevar que el equipo gane como hice un montón de veces. Pero haciendo un balance es que el equipo no arrancó bien la segunda rueda. Uno por ahí no fue la excepción. Pero por ahí debo ser muy importante porque me han pegado más que todo a mí. Pero ésto es fútbol y hay que bancársela. Y estoy seguro que vamos a salir adelante porque estamos todos unidos.