Estados Unidos, 23 de noviembre.- Los ninjas de Japón eran los que actuaban en el misterio. Contratados por nobles guerreros samurai para espiar, sabotear y destruir, los trajes oscuros no dejaban ver los cuerpos de estos atletas.
Se caracterizaban por el uso de armas como shurikens, un proyectil en forma de estrella, que era silencioso y muy efectivo. Eran ninjas también los espadachines famosos. Ellos usaban sus armas no sólo para matar, sino también para subir por las paredes de piedra y observar desde las alturas a sus contrincantes.
Jinichi Kawakami, gran maestro ninja de Japón, sostuvo en diálogo con la BBC que, antes que nada, “los ninjas son personas”. Kawakami es la cabeza 21 de la familia Ban, una de las 53 que componen el clan ninja de Koka. Él comenzó a aprender ninjutsu cuando tenía solamente seis años. "Pensé que estábamos jugando y no creía que estaba aprendiendo ninjutsu", dice.
Respecto a la posible extinción de los ninjas, Kawakami se muestra preocupado: “El arte del ninjutsu no tiene cabida en la era moderna”. Esto lo siente así porque sostiene que en la era de las guerras civiles, habilidades ninjas como espiar o matar eran útiles. En cambio, en la actualidad, existen “armas y medicamentos mucho mejores”, por lo que este arte ya no tiene lugar.
Igualmente no se resiga al paso del tiempo y sigue enseñando la historia ninja en la Mie University. Confía en que sus estudiantes sigan practicando algunas de las técnicas con las que él creció y vivió toda su vida.
