El exbaterista de Divididos, Jorge Araujo viene a San Juan con su Banda M.A.S. (Mucha Actitud Superior) para repasar los hitos de su carrera. Pero el motivo especial, la visita del percusionista y conductor de otros proyectos artísticos como Gran Martell, es la implementación de su ‘Clínica Abierta’ con la presentación de un libro especial y la proyección de su DVD que registra en imágenes la experiencia de este sistema de formación itinerante que lo hace transitar por todo el país. El encuentro será en Mamadera Bar (Lateral Circunvalación Norte antes de Paula Albarracín de Sarmiento) este viernes de 20 a 21.30 destinado a músicos (valor de la clase $300 por persona) y luego el show para el público a las 0,30. Participará la banda sanjuanina Hugonotes como soporte ($100 la entrada). Jorge Araujo es uno de los bateristas más versátiles del país y en diálogo con DIARIO DE CUYO, dejó sus conceptos y opiniones destacados en ocho tópicos centrales.
La docencia musical
‘Doy clases hace 31 años y me considero como un docente de alma. Es algo que me apasiona y me dio la posibilidad de tener la autogestión gracias a las clases. Transmito que sientan el amor por lo que hacemos, que te enamorés de la música. Hay que dedicarse mucho a ella y no esperar tanto que venga la fama y el dinero. Seguramente habrá gente que puede especular con eso y se preocupe más en hacer rédito económico con una canción. El romance sano aparece o no. Cuando despertó en mí, no dudé de estar del lado de la música y vivir para ella’.
El rol del baterista
‘Más que mero baterista, soy un músico integral. Es muy liberador el hecho de cantar, tocar y escribir a la vez. Al baterista se lo subestimó porque con el tiempo se marcó mucho al cantante en un lugar grande con una imagen fuerte. Viví una época muy dura cuando las bandas reemplazaban los bateristas por máquinas. Pero nunca perdí el convencimiento y sigo sosteniendo que los bateristas somos grandes músicos. Tiene mucha injerencia en la composición, en la escritura de las canciones y en muchas otras cuestiones’.
El presente del rock nacional
‘Me siento sorprendido gratamente con músicos de muchas provincias y quizás me pase lo mismo cuando vaya a San Juan. Encuentro pibes que agarran influencias de la música de 70 y del rock progresivo. Me encanta y toco con músicos del lugar a donde voy de igual a igual y es tremendo lo que tocan. Hay un buen panorama en lo artístico. Pero veo también un empaquetamiento comercial muy grande si se quiere lograr reconocimiento masivo y eso no está ligado a lo creativo. No pongo la oreja en el terreno del mercado, sinceramente no tengo idea y no me importa lo que está de moda, no entiendo nada’.
El ‘Flaco’ Spinetta
‘Él es una especie de guía, es mi ídolo en todos los aspectos. Desde que hizo a los 16 años ‘Barro tal vez’ hasta su último disco y su último concierto en vivo. Todo lo que hizo fue una genialidad. Luis fue un tipo honesto y un genio. Dejó muchas obras y mucho amor. Aunque no esté él físicamente, siento que está al escuchar sus canciones. Pero también hay que darle espacio y posibilidad a los artistas jóvenes. Hay emergentes como Lisandro Aristimuño y muchos otros en tantos lados. Hay que ir a verlos y acompañarlos. Creo que no hay que quedarse solamente hablando del pasado. Justamente el Flaco decía: ‘Lo que hay mañana es mejor”.
La recesión económica
‘Esta situación de recesión y falta de trabajo nos afecta. Los artistas dependemos de las entradas de la gente y obviamente si no tiene poder adquisitivo, una moneda para comprar la entrada y si no llega a fin de mes, sin tener sus necesidades básicas cubiertas, no irá a ningún espectáculo. Tengo muchos shows y eventos y proyectos que, bueno, no me está yendo mal, pero también me fijo lo que pasa a mi alrededor y no está nada bueno. Viví la crisis del 2001 y en este momento, veo por las calles muchas manifestaciones y parece que la historia se repite. La vida fue muy grata conmigo, pero no me conformo cuando veo a mucha gente pasándola mal’.
Ser músico independiente
‘Este camino de la autogestión me dio la libertad de poder hacer lo que quiero y cuando quiero. Puedo disfrutar de otras cosas. En ese aspecto es muy seductor, pero también implica ocuparse uno mismo de muchas cuestiones más. No tengo mánager ahora y todo lo que hay que hacer desde hablar con un sello discográfico y armar una gira o viajar a tal lugar, debo accionarlo todo yo. Lo disfruto mucho, me encuentro excedido de trabajo. Con muchos eventos al año y por ahí se escapan muchas cosas al ocuparme de todo. Se hace algo complicado y estresado, pero no lo cambio por nada. Defiendo esta posición’.
Divididos
‘Haber estado 9 años en el grupo fueron maravillosos. Grabé cinco discos en ese tiempo. Cuando entré en su mejor momento, por 1995, a partir de ahí comenzó a ser otro trío, con temáticas y situaciones diferentes. Pero el grupo no pierde la personalidad nunca, sigue siendo Divididos. La banda transitó por una enorme cantidad de condimentos artísticos, de fuertes influencias y en el momento que fui parte de eso, aporté todo lo que pude. La pasé muy bien y hasta hoy sigo escuchando sus discos cuando viajo. Lo mío fue una entrega absoluta, componiendo, tocando, girando y grabando. Fue una de las experiencias artísticas más importantes de mi vida’.
La cultura nacional
‘Argentina es increíble. Por suerte recorro mucho el país por peñas, festivales, en las montañas, en regiones… hay muchos estilos que se comparten y se aprenden. Es un país con expresiones culturales tan diversas que yo aprecio un montón. Tuve la suerte de tocar al lado de Pappo, de Jaime Torres, Luis Salinas, Spinetta, Jorge Navarro. Juntos hicimos música y cuando aparece la interacción surgen cosas importantes y un movimiento creativo tan vivo que lo disfruto. Vengo de Formosa y había un tipo que tocaba instrumentos medievales y terminé en su casa grabando melodías con él. Fue impresionante. Argentina tiene músicos extraordinarios’.
