A unas dos semanas del triunfo parlamentario del gobierno con la ley de Medios, la sangría de senadores que asumirán el 10 de diciembre se reanudó en el bloque oficialista, que quedará sólo 32 integrantes, cinco por debajo de la mayoría de 37.

El kirchnerismo afrontó las elecciones del 28 de junio último con un núcleo nominal de 40 senadores; ese día puso en juego 12 bancas y perdió 4, por lo que prefiguró que el sector iba a tener un legislador menos del quórum mínimo en la próxima cámara.

Unos días después, la legisladora rionegrina María José Bongiorno, quien nunca había votado contra las posiciones del bloque oficial, anunció su retiro y desde entonces, militó activamente en la oposición.

El 20 de octubre, los senadores y diputados electos del PJ de La Pampa, anunciaron que formarán un interbloque independiente del Frente para la Victoria y que ejercerá un apoyo crítico ante el gobierno nacional.

Este futuro bloque, que mantendrá buena relación con los justicialistas disidentes, se conformará en el Senado con el ex gobernador Carlos Verna y con María Higonet, los dos representantes del PJ pampeano que triunfaron en los comicios de mediados de año.

Dos días después, el gobernador de Chubut y precandidato a presidente del PJ, anunció que los legisladores que lo seguían se retiraban del grupo kirchnerista y formaban sus propios bloques, con propensión a acordar con sectores opositores, en particular el justicialismo disidente.

En el caso de Chubut, cuyos legisladores de ambas cámaras concluyen mandatos el 10 de diciembre, una senadora -ahora Silvia Giusti y después, Graciela Di Perna-, conformarán el bloque "Trabajo y Dignidad", con lo que restarán otro miembro al oficialismo, mientras Marcelo Guinle seguirá en el bloque de Miguel Pichetto.

Cuando todavía faltan 50 días para la renovación de senadores, el bloque del Frente para la Victoria puede contar que dispondrá como leales permanentes a 32 dirigentes del PJ, mientras otros tres -dos fueguinos del ex ARI, José Martínez y María Rosa Díaz y el neuquino Horacio Lores-, los acompañarán, como lo hacen habitualmente desde hace casi un año, en la aprobación de las leyes que manda el Ejecutivo.

Los más beneficiados por estos movimientos de fuga del oficialismo son los sectores coaligados en el Grupo Federal, un interbloque que reúne a los justicialistas disidentes y otras expresiones individuales y, a partir del 10 de diciembre contarán con 12 PJ críticos y 4 representantes de partidos provinciales.

En las elecciones del 28 de junio, el sector que más creció fue el que conformó el Acuerdo Cívico y Social, que a partir de un piso de 16 senadores, puso en juego 7 nominaciones y ganó 14, con lo que en diciembre podrá formar un interbloque de 23.

La alianza que giró en torno del radicalismo se convertirá en la segunda fuerza, aunque quedará a considerable distancia del oficialismo (32 + 3) y por encima del PJ disidente (12 + 4).

Para adivinar la marcha del futuro Senado se debería contar con más datos sobre lo que hará el oficialismo para captar la voluntad de opositores en forma individual, de modo que sobre la base de 35, no le sea imposible llegar a 37.