Se lo nota feliz, sereno, pero no confiado, Emanuel Saldaño partirá hoy por segundo día vistiendo la malla de líder de la clasificación general y cuenta sus sensaciones. "Siempre dije que para mí correr en bicicleta es lo más normal del mundo, mentiría si dijese que no siento un cosquilleo por la responsabilidad, pero le confieso que estoy muy tranquilo porque me siento bien y cuento con el apoyo de todo mi equipo", explicó después de haber repetido mil y una vez en cuanto micrófono se le puso delante el momento que le toca vivir.
Sobre la etapa de ayer reconoció que el viento fue un buen aliado. "Creo que si no hubiese corrido tanto viento, me hubiesen atacado más. No era lo aconsejable buscar las fugas cuando eran muchas más las condiciones en contra que a favor", contó.
Cuando se le preguntó cómo se encontraba físicamente, contestó que bien, que a medida que pasan los días, el cansancio se siente pero que se ha entrenado para hacer la mejor Vuelta posible y que van pasando las etapas y "el físico responde".
"A nosotros nos convenía la fuga así que la dejamos que se concretara y mantuvimos la diferencia. Mañana (por hoy) será otro día y pienso que por haber mucho llano se andará rápido", confesó.
Con respecto a si siente el peso de ser líder, con una sonrisa dijo: "No pienso en la camiseta. Ni me la miro para no darme manija. El equipo ha trabajado mucho para que yo la lleve puesta y, reitero no me pesa pero respeto lo que significa y dejaré todo para mantenerla hasta que termine la Vuelta el domingo".
