‘Llegó el fin del ciclo de los Delivery de Canciones después de 3 años, más de 300 conciertos hogareños gratuitos, más de 2.500 personas que lo escucharon en varios lugares del país’, anunció en Facebook Fabricio Montilla, el creador local de esta experiencia con la que llevó su música a espacios no convencionales. Modalidad que traspasó los límites de San Juan y hasta tuvo repercusión internacional: desde Coca Cola TV de México vinieron a documentarlo.
‘He sido tremendamente feliz estos años tocando para tantísima gente, muchos jamás me hubiesen escuchado de otra forma; casas, lugares de trabajo, geriátricos, la calle, manifestaciones políticas se convirtieron en los más maravillosos escenarios’, continuó su despedida cibernética el musicoterapeuta y director teatral, que confiesa que necesita tiempo para trabajar en nuevos proyectos, y que no puede ya cumplir con todo. ‘Sigo creyendo que el acceso popular a los bienes culturales es un derecho. Viva la música y el amor!!’, remata el artista, que de cara a su último delivery (ver aparte), dialogó con DIARIO DE CUYO.
– ¿Por qué comenzaste este formato de micro conciertos itinerantes?
– Comencé en 2013. La razón fundamental era el deseo y la necesidad de tocar más, algo que en San Juan es un poco difícil por los pocos espacios que hay para hacerlo, además estaba saliendo mi disco ‘El Mundo está lleno de Pájaros’ y era una forma no convencional de difundirlo, y claro, como dice el proyecto, ‘ser parte de un hecho musical en un contexto hogareño, donde intérprete y escucha están unidos por el deseo de que ese hecho suceda’.
– ¿Cuál fue el primero y dónde?
– El primero fue en el fondo de una casa en una fiesta, había 50 personas, fue muy especial, el silencio y la escucha, algo que no siempre sucede cuando tocás en lugares públicos. El delivery generaba un pacto claro sobre la necesidad del silencio para poder hacer música.
– ¿Y cuándo sentiste que se había instalado?
– Cuando vinieron desde México, del programa de Volvámonos Locos, a hacer un corto sobre mi trabajo. Ahí caí en que esto se había proyectado mucho más de lo que imaginaba, ellos se enteraron gracias a Diario de Cuyo, está bueno decirlo. El corto se difundió por internet y en un canal de TV de San Juan. La forma se instalaba y se expandía.
– ¿Al principio alguien te dijo ‘estás loco’?
– Sí, varios, sobre todo no podían entender que yo regalara mi trabajo o que asumiera el riesgo de meterme en cualquier casa a cantar. Y después de más de 300 ‘deliverys’ puedo decir que todas fueron experiencias gratas. Digo 300 porque hasta ahí llevé la cuenta, nunca di tantos conciertos en mi vida. Fue un training escénico intenso, que hoy agradezco.
– ¿Cuáles fueron los lugares, ocasiones que más te conmovieron?
– Un lugar en el que me conmoví fue en un geriátrico al que fui a tocar, me sentí muy privilegiado de estar ahí compartiendo con ellos ese momento de sus vidas. Uno raro fue en una fiesta de disfraces a la que fuimos con Mariú, mi fiel compañera musical (NdeR: Eugenia DiPaola, quien trabajó con Fabricio en varias oportunidades, al igual que Fabricio Pérez); de repente teníamos a Batman escuchando nuestras canciones.
– ¿Fuiste modificando algo a lo largo del tiempo?
– En general siempre respeté el decálogo que había escrito a manera de ‘contrato’ con quienes pedían el delivery…
– ¿Cómo tomaste esa repercusión fuera de la provincia, el surgimiento de otros?
– Fue un hecho significativo que otros artistas lo tomaran como referencia he hicieron sus propios ‘deliverys’ en San Juan, Mendoza, La Plata, Ciudad de Buenos Aires. Me gustó porque ese era el espíritu, incentivar a otros que se animaran a compartir sus trabajos artísticos de otra forma y sin pensar en el dinero, poniendo el foco en lo humano.
– Misión cumplida, se cierra el ciclo…
– Cierro este ciclo,porque necesito ese tiempo para trabajar en un nuevo disco que saldría este o el otro año, se llama ‘En la niebla’ y cuenta con la producción de Juampi Dicesare. Además ingresé a la Carrera de Teatro de la UNSJ, más otros proyectos teatrales y mi trabajo de musicoterapeuta… Hay que equilibrar la energía y el tiempo para disfrutar de cada cosa. De todos modos, los que quieran seguir escuchando mi música o saber qué hago pueden hacerlo a través de http://fabriciomontilla.bandcamp.com/ y en www.facebook.com/fabriciomontillamusica
– ¿El delivery volverá algún día?
– En este momento se me hace imposible pensarlo. Pero si algún día se me antoja volver, no lo pienso reprimir. El ‘Delivery de Canciones’ es un modo muy feliz de conectar con otra gente que tiene ganas de escuchar música en vivo en su casa.
– Mirando hacia atrás, ¿qué te deja esta experiencia?
– Fue una experiencia por demás enriquecedora, tal vez lo que más me enseñó es que a veces hay que ponerle nombres a los deseos para que se concreten. A mi deseo le puse el nombre ‘Delivery de canciones’ y cobró vida propia.
