Nominado a los Martín Fierro -un galardón que no lo entusiasma demasiado- y luego de un muy buen 2009, a pesar de que tuvo que enfrentar al boom de "Valientes" (El Trece), Julián Weich regresó anoche a la pantalla chica con Justo a tiempo, un ciclo que definió como "un programa que da pelea por el rating a partir de trabajar con recursos propios" y en el que Telefé confía para mantenerse en la cima del primetime, una franja horaria marcada por la fuerte competencia y que a partir de hoy recibirá a los tanques del Trece (ver aparte), con los que también deberá lidiar.

"Me gusta trabajar con los recursos que son míos en lugar de traer cinco chicas para hacer un tatoo en bolas o por hacer un móvil con Facundo Arana porque se operó la pierna", indicó Weich, que no abandonó su propuesta original, más allá de algunas lavadas de cara.

-Regresaste con juegos tuneados, como "La visita"

-Sí, me parece que salir con lo mismo es un robo. Me gusta dar a la gente lo mejor, no lo básico para que les guste. Le puedo pifiar, obviamente, pero vamos a intentar mejorar todo lo que hicimos en 2009.

-¿Cómo reaccionabas teniendo enfrente a un tanque como Valientes?

-Recién este año me di cuenta lo que viví el año pasado. Yo sabía que enfrente tenía a Valientes, pero me ocupaba tanto de mi programa, de hacerlo, de modificarlo, que recién este año cuando veo los ratings digo "¡qué locura lo que viví el año pasado!". Este año los ratings son más normales, está todo más equilibrado. Valientes fue un programa exitosísimo, que no se repitió, ni quiero que se repita.

-¿Vas modificando el programa al aire a partir de lo que te indica el minuto a minuto?

-No. Yo no me entero del rating hasta que termina el programa y recién uso el minuto a minuto al otro día, para saber qué funcionó y que no. También miro los mails para ver qué le gustó a la gente y de qué se queja. No es que me haga cargo de cada mail, pero saco un promedio y también me guío por el boca a boca.

-¿Vos pusiste como condición que Justo a tiempo esté en el prime time?

-No, yo me enteré por el canal que este año iba a estar en esa franja horaria.

-Porque parece que Marley se ofendió porque le cambian el horario.

-No, no. El año pasado mi programa iba a ir a la tarde y después me dijeron que iba a ir a la noche, así que tuvimos que cambiar todo lo que teníamos pensado y fuimos a la noche, En diciembre pregunté "¿Seguimos el año que viene?" y me dijeron que en mi lugar iba a estar Marley, pero que con mi vuelta a él lo iban a correr de horario. Y pasó eso.

-¿No hay una enemistad?

-No. Yo sabía que Marley iba a ir a la tarde y él también lo sabía. Es lógico que haya ruido porque se corre un programa que tiene 20 puntos. Es raro.

-¿Te interesan los premios, ahora que Justo a tiempo está nominado a un Martín Fierro?

-No tiene análisis. Quien lo quiera analizar está perdido porque no tiene análisis. Es lo que es, bueno o malo. A mí lo que más me gusta es mirarlo por tele y cuando estás ternado sonaste porque tenés que ir y te lo perdés. La verdad es que estar en los Martín Fierro no es lindo, no la pasás bien, porque está todo el mundo parado, caminando, nadie le da bolilla a nadie, es incomodísimo. Además hay un tema de educación, no de carácter. Que estén hablando los conductores o los ganadores y haya gente dándoles la espalda, en sentido físico y literal, es una falta de respeto. (Télam)