Leonardo Corti llegó hace 6 años a la vida de San Martín de la mano del por entonces DT Enrique Hrabina. Y más allá de que es en la actualidad quien más tiempo lleva en el club, nunca pudo ser el dueño del arco verdinegro. No obstante, y más allá que admite y no reniega de ser suplente, siempre trabajó para cuando su momento le llegara. Y le tocó el domingo pasado ante Nueva Chicago, por la lesión de Luis Ardente. Volvió a ser titular luego de 2 años y 8 meses y fue un verdadero premio a la perseverancia, dado que el Colorado de 34 años fue la figura excluyente en el empate sin goles, al atajar un penal y tapar tres pelotas con destino de red.
“La última vez que jugué de titular fue acá, contra Belgrano de Córdoba, en Primera, estaba de técnico Perrone y me acuerdo de ese partido porque fue bastante trágico ya que se lesionó Mauro Bogado y Francisco Mattia. No me acuerdo la fecha, pero calculo que hace más de un año”, recordó a medias, ya que en realidad pasaron 32 meses.
Tiempo que para el “Colo” y por el desempeño que tuvo en Mataderos, parece que fuera menor. Y el arquero lo argumenta en que “me entreno a morir y dejo todo en las prácticas”. Y en la cancha se vio, para ir de menor a mayor: “Fui tomando confianza en pelotas simples. Fui respondiendo bien y ni hablar el penal. Y cuando vinieron las pelotas más complicadas me sentía muy entero y con mucha confianza. Pero nunca me lo imaginé. Lo único que te imaginás y te mentalizás es en darle confianza al compañero porque es un puesto clave el nuestro y es fundamental que se sienta respaldado. Traté de hacer eso y después como se dio el partido fue hermoso para mí y muy feliz por eso”, confió ayer tras finalizar el entrenamiento.
Corti se transformó en héroe a los 33’ del segundo tiempo, cuando le contuvo el penal a Caballero, simplemente por intuición. “Antes que llegara el pateador, estaba con Javier Capelli debatiendo, a ver qué iba a hacer y decidimos entre los dos que iba a ir fuerte al medio. Así que me quedé parado y tuve la suerte de que vino ahí”, contó sobre la jugada del partido. Aunque para Corti “la más difícil fue la de Marcos Galarza, con un buen cabezazo abajo y que por suerte llegué con lo justo”.
No obstante, todos los calificativos el arquero los deja de lado. “El empate no lo logré yo. No lo pienso así, porque tanto como cuando juego o no, me siento partícipe. Todo somos responsables de los fracasos y las derrotas. Trato de estar siempre preparado por más que me toque o no. Es la manera también de hacerlo más llevadero cuando uno no es titular, de pensar que me puede tocar. Lo hablo con la familia, con uno mismo. En la cabeza uno se imagina de esa forma, si no sería más duro todavía y soy feliz así. Y más por el partido que tuve que nunca me hubiera imaginado”, cerró la figura, sin ponerse colorado.
