Francisco de Narváez consiguió ser una de las revelaciones de la campaña electoral y aspira a convertirse, gane o salga segundo en Buenos Aires, en el político opositor que cosechó la mayor cantidad de votos.

Nació en Colombia, tiene 56 años y es el heredero de una vasta fortuna construida por empresas ligadas al consumo. Trabajó 40 años en ellas hasta que en 2002 se dio cuenta, dice, que “era un error la falta de empresarios” en la política.

En 2003 se afilió al justicialismo y asumió un papel activo en la campaña de Carlos Menem y después se ligó al duhaldismo -hoy dice que fue “el mejor presidente argentino de los últimos 25 años”-. Su vida política corrió siempre paralela a la de Mauricio Macri.