El Estado es el responsable fundamental de las acciones que se desarrollan en el campo del patrimonio cultural. Si bien el sector privado puede colaborar en ésta tarea, la conservación y protección, la difusión e inventario de aquellos bienes que lo constituyen, las medidas para protegerlo, la prohibición de la salida del país para los bienes muebles, la intervención dirigida a la conservación de los inmuebles, son acciones privativas de los organismos del Estado.
Tan importante es el rol del Estado sobre el patrimonio cultural y natural, que a través del Decreto 2033/1990 del Poder Ejecutivo Nacional se declaró al 8 de Octubre como el día Nacional del Patrimonio Natural y Cultural Argentino.
Es oportuno recordar que las universidades nacionales cumplen una función de gran importancia, en relación con los bienes culturales, como es el de velar por los valores simbólicos contenidos en ellos, por un lado, y en la perennidad de aquellos otros bienes considerados del patrimonio natural.
A partir de ese rol es que planteamos hoy la revalorización institucional del Centro Nacional de Relevamiento Registro y Documentación del Patrimonio Cultural, una unidad de la UNSJ (Universidad Nacional de San Juan) que nació en 1991 como producto de un convenio con la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos que ha caducado sin posibilidades de renovación. Esta unidad apadrinada, y financiada por la OEA, fue la primera dedicada a relevar sistemáticamente el patrimonio argentino y la primera en informatizar la gestión de los monumentos históricos nacionales.
Pionera en utilizar el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), con este instrumento se relevaron "las tapias” de Achango y "El callejón de los enamorados”, en Barreal. Además asesoró al gobierno de Colombia en el proyecto de informatizar el inventario de bienes culturales. Promovió a nivel nacional el proyecto "Camino del Inca”.
Este centro nacional de relevamiento desarrolló además, un sin número de acciones articuladas desde diversas unidades académicas de la UNSJ, generadas en torno a operaciones vinculadas al patrimonio cultural de la provincia, a lo largo de las últimas dos décadas. Entre ellas podemos mencionar, La recuperación de Achango, la restauración de la escultura de Laprida en la Plaza de Jáchal, (obra de Lola Mora), Las obras de restauración y de protección legal de los molinos de García y de Reyes, y la redacción de la primera Ley Provincial de Patrimonio Cultural y Natural.
A lo largo de los últimos 20 años docentes e investigadores la UNSJ, desde diversas disciplinas, participaron activamente junto a legisladores y funcionarios de la Provincia y de la Nación en la elaboración de proyectos de patrimonio cultural, destinados a generar políticas culturales. Una muestra de eso lo constituyó el asesoramiento brindado a legisladores en la construcción de un cuerpo legal capaz de proveer de un marco de funcionalidad y protección a la actividad cultural de la provincia, en particular sobre aquellos aspectos relacionados con los bienes culturales.
Actualmente la supervivencia como tal del Centro Nacional de Relevamiento Registro y Documentación del Patrimonio Cultural está en debate, debido al cambio de política de la Comisión Nacional de Museos Monumentos y Lugares Históricos, y a la imposibilidad de retenerlo en el área Rectorado de la UNSJ.
Ante estas circunstancias, la opción más interesante que se presenta, es aquella de transferir el Centro bajo el formato de un Programa de Patrimonio Cultural al Museo Tornambé, unidad perteneciente a la FFHA (Facultad de Filosofía Humanidades y Artes).
Considerando el número de carreras afines a la temática patrimonial, este nuevo destino, le permitirá recuperar la experiencia acumulada de lo realizado a lo largo de su trayectoria e integrar actividades con otras unidades afines de la FFHA.
El conocimiento del patrimonio cultural es el primer paso en el complejo terreno de la conservación y fue el Norte del Centro Nacional de Relevamiento Registro y Documentación del Patrimonio Cultural. La supervivencia del mismo en formato de programa, hablaría de la continuidad del compromiso de la UNSJ con el patrimonio cultural y recuperaríamos de ese modo, dos décadas de experiencias de transferencia al medio que habla del modelo de universidad que todos queremos.
