San Juan, 20 de agosto.- “Nosotros no somos policías, no podemos andar controlando a unos sinvergüenzas que estafan, ni hacerle entender a la gente que no hay intermediarios”, señaló hoy a DIARIO DE CUYO online el interventor del IPV (Instituto Provincial de la Vivienda), Vicente Marreli.

Hoy, un nuevo caso de defraudación con casas del organismo sacude la credibilidad del instituto ante la opinión pública, que ya estaba jaqueada por el hecho de la megaestafa por la que tuvieron que presentarse a declarar ante la justicia funcionarios de la entidad.

“No sé cómo será este caso”, aclaró Marreli, quien confió no haber leído la prensa por “estar de viaje a Iglesia, con el gobernador, para la inauguración de obras”. “Las casas que usted me dice que ofrecieron, en 5 y General Acha, en Pocito, pertenecen al Barrio Los Teros, que ya está todo sorteado y que espero que terminemos en 3 o 4 meses, máximo”, apuntó el funcionario.

“Lo de las estafas es un problema de la gente que confía. Por ansiedad, se dejan embrollar por gente que parece ser hábil. Por ansiedad y también por una conducta dudosa que les hace confiar en que, a través de estos intermediarios, podrán adelantar la entrega, pasando por encima de quienes están anotados y esperando viviendas desde hace mucho tiempo”, agregó.

“La gente debe saber que, salvo en el caso de algunos gremios que tiene terrenos y convenían algún plan con el organismo que estoy interviniendo, no tenemos intermediarios ni nadie autorizado que ande ofreciendo carpetas a cambio de dinero”, aclaró Marreli. “Hay casos de personas que han venido con un recibo de esos de librería, esos papelitos celestes, en los que se leía `tanto dinero por una casa del IPV´: ¿Cómo podemos luchar contra eso?”, se preguntó.

“No creo que tengamos que comunicar más y mejor que lo que lo hemos hecho ya. Mire, con ese tema de la gran estafa, ¡tanto se ha dicho!”, exclamó el interventor. “Se nos ha manchado, se ha dicho que nosotros estábamos involucrados, que yo lo estaba, que Mirta Cocinero, que había habido fuga de información, que habían funcionarios o empleados implicados, y nada de eso fue confirmado por la justicia. Pero el hecho sirvió para que la gente se entere aun más de la operatoria de entrega de viviendas”, manifestó.

“Pero bueno, yo no estoy dolido con el tratamiento que la prensa le ha dado al hecho, no creo que nos hayan tratado mal. Yo trabajo en el IPV desde principios de los 90, y ahora soy el interventor. Trabajo en esto, y sé los riesgos que corro. Como le digo, hace 20 años que estoy acá, y casos como estos han pasado siempre”, concluyó.