El conflicto que se mantiene latente en los colegios secundarios porteños desde hace casi tres años, por el rechazo del alumnado a los nuevos programas de enseñanza, aprobados en 2012 por los 25 ministros del Consejo Federal de Educación, ha recrudecido este mes y ayer sumó catorce establecimientos ocupados con paralización de las actividades normales.
La situación no ha variado en el ámbito educativo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde la decisión política de la cartera educativa nacional de introducir el modelo de la Nueva Escuela Secundaria de Calidad (NESC), debatido y aprobado por los representantes del Consejo Federal. Desde entonces se inició un debate de dos años para acordar el diseño curricular y normativo, en el marco de la pérdida de 140 orientaciones a fin de tener que adecuarse a sólo 10, de las que en esta jurisdicción se pidió incluir 7 nuevas especializaciones.
En 2012 el ministerio educativo capitalino, tras fuertes protestas estudiantiles con tomas y marchas, decidió suspender su aplicación y hacerlo en forma piloto, hasta implementarlo a principios de este año, con la respuesta estudiantil de protestas desde hace dos semanas en escuelas ocupadas. Son las de Bellas Artes Manuel Belgrano, Agustín Tosco, las artísticas Rogelio Yrurtia, Aída Mastrazzi, Cerámica 1 y Lola Mora, el Mariano Acosta, el Lengüitas (Spangenberg), el Julio Cortázar; el Claudia Falcone, el Lenguas Vivas, el Mariano Moreno, el Normal 8 y el Juan B. Justo, desde ayer.
La fuerza no es el camino para solucionar conflictos, más si lleva casi tres años, pero también la impotencia por falta de diálogo para alcanzar consenso, endurece posiciones.
