Desde que atiende su celular, no deja de reirse y hacer bromas muy al estilo Claudia Pirán. Es que, a 12 años de sus inicios musicales y a cinco de consagrarse en el Festival de Cosquín; la sanjuanina vuelve a obtener el título de Consagración, esta vez, de la Doma y el Folclore de Jesús María 2010.

Ella ya estaba en San Juan cuando fue noticiada vía telefónica de su flamante logro, otorgado en base a una encuesta sobre las preferencias del público y el dictamen del jurado -que también coronó al grupo Gualicho- por su performance en la apertura de la 45ma. edición de este encuentro, el viernes 8 pasado, por primera vez, responsabilidad de una voz sanjuanina.

– Consagrada en Cosquín y, ahora, en Jesús María…

– Es algo que ni nos imaginábamos. No lo podía creer…

– Después de la repercusiones de tu actuación ¿presentías este reconocimiento?

– Tuvimos la cabeza puesta en la parte artística. Lo mismo me pasó en Cosquín, tres años antes que me dieran el Consagración allí, ya se venía diciendo que podíamos ser, pero nunca fui pensando en un premio.

– ¿Un mecanismo para liberarte de las ansiedades o cábala?

– Es por la necesidad de hacer las cosas bien. No voy en busca de reconocimientos, pero me hace muy feliz.

– ¿Lo tuyo es cada cinco años?

– Exacto, así que para el 2015 se viene Viña del Mar (risas).

– Y si lo decís es por algo…

Y…si Dios quiere…Más allá de que hay gente a la que le gusta lo que hago y gente a la que no, que si canto o no canto cosas cuyanas, no hay que dejar de valorar que mi consagración en Cosquín es la única en Cuyo, en la historia de ese festival. Y no estoy agrandandome eh….

– En cierta forma, estás respondiendo a quienes opinan que no representás a la provincia. ¿Cómo te afectan estas críticas?

– No sé si soy la representante de San Juan, no me siento embanderada. Pero hago un trabajo muy honesto, con mucho sacrificio. Si bien, siempre mi propuesta fue amplia en el folclore; me da orgullo que en los escenarios me presenten como la sanjuanina Claudia Pirán.

– Pese a todo en Jesús María te consagraron. ¿Es costoso llegar a un festival como este?

Es mucha plata. Más allá que vamos contratados, en este afán de hacer las cosas cada día mejor, hago una inversión cada vez más grande y a veces termina empatando lo que se cobra y lo que se gasta. Pero si uno quiere jugar en primera no puede patear pelotas de trapo, es así.

– ¿Esta consagración también representa un premio en dinero?

No, es un reconocimiento artístico nada más, igual que en Cosquín.

– ¿Qué se siente?

– Es muy fuerte (risas), es muy fuerte…Imaginate…(risas). Ahora tengo que pensar en mi debut en Cosquín como cantautora y con el homenaje a las mujeres del bicentenario, este viernes.

– ¿Y ahí que premio se viene?. ¿Podés volver a ser consagración?

– Yo voy a hacer las cosas lo mejor que pueda. Los premios Consagración se ganan una sola vez. Ahora, voy como artista del festival y lo que me gustaría, sería tener mi propia noche, que sería el premio total y hablaría de un nivel de popularidad para el que nos falta camino por recorrer todavía.