El superclásico entre Boca y River fue suspendido con el marcador en cero a los nueve minutos del primer tiempo por el árbitro Héctor Baldassi debido a que la lluvia torrencial impedía que se pudiera jugar al fútbol y luego de que los dirigentes arreglaron completar el partido el miércoles, por una recomendación del gobierno nacional de no hacerlo ese día, anoche ambos clubes se pusieron de acuerdo para el jueves y fue posteriormente confirmado por AFA.

Sólo resta que los organismos de seguridad determinen hoy a qué hora se reanuadará el jueves el choque, en dos tiempos de 41 minutos, aunque los clubes acordaron en un principio comenzar a las 17.


Idas y vueltas

El vicepresidente tercero de Boca, Juan Carlos Crespi, se apresuró en anunciar que el partido se completará el miércoles próximo a las 17, pero desde la misma Bombonera, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, destacó lo poco conveniente de jugar ese día, 24 de marzo, cuando se conmemora el Día de la Memoria, al cumplirse 36 años del último golpe militar. En declaraciones a radio La Red, Randazzo, sostuvo que "el miércoles 24 de marzo es una jornada de reflexión", marcando que no sería ideal que ese día se juegue el superclásico pero aclaró que no hay ninguna ley que no lo permita.

Con el correr de las horas, jugar el miércoles perdía fuerza y buscaban una alternativa para el martes o jueves. Entonces empezaron las conversaciones entre vestuarios y dirigentes, con consultas a la AFA, de donde pidieron que directivos de ambos clubes se pongan de acuerdo. Incluso hubo un contacto con la gente de seguridad y hablaron con el titular del SUBSEF, Pablo Paladino, quien prefiere que el superclásico se complete en un día feriado. "Ojalá que esto se defina cuanto antes y que se pueda jugar el miércoles, porque a nivel organización es más fácil hacerlo un feriado y no un día hábil, por el tema del transporte público, los colegios de la zona, pero hay que esperar", señaló Paladino en diálogo con radio La Red.

Pero no contaban con el espíritu de "reflexión" por el cual hay una ley que dispuso asueto, y además por los extensos esquemas de seguridad que tendrá la Policía Federal por los distintos actos de ese día.

El vice primero de River, Diego Turnes, advirtió que estaba de acuerdo en jugar el miércoles, siempre y cuando le posterguen a River el partido ante Argentinos, que está programado para el sábado a las 17,15. Como anoche se confirmó desde AFA que se jugará el jueves que viene, hoy también se sabrá si River enfrentará a Argentinos el domingo por la noche o el lunes.


Pelota pinchada

Atrás quedaron las escasas jugadas en una Bombonera tan llena de público y de agua. Riquelme quería llevarla al pie y la pelota se le negaba como pocas veces a hacerle caso. Gaitán hubiera llegado mucho mejor en el único acercamiento al arco de River si no hubiera tanta agua en el trayecto hasta las manos del arquero Daniel Vega. Marcelo Gallardo se lució con una habilitación con el pecho a Funes Mori, viendo que dificilmente le iba a llegar la pelota al pie. Pero no ocurrió mucho más en esos 9 minutos de fútbol, porque encima el partido estuvo parado casi 4 minutos debido a las serpentinas que arrojan los hinchas xeneizes contra el arco que defendía Daniel Vega.

"No se podía jugar con normalidad el partido, no se veían las líneas, la pelota se paraba y por eso decidimos suspenderlo", explicó luego del partido el árbitro Héctor Baldassi.

Al menos la suspensión encontró a los hinchas dentro de La Bombonera y no en plena calle. Así, la desconcentración se hizo ordenadamente, al salir primero la parcialidad de River y más de media hora después la de Boca.