La presidenta Cristina Fernández inauguró ayer el nuevo comedor de la Casa de Gobierno, al almorzar acompañada de varios de sus principales funcionarios, mientras que en las mesas restantes se ubicaron voceros y empleados de Balcarce 50.
La jefa de Estado estuvo acompañada por el secretario Oscar Parrilli a su izquierda, el asistente personal Pablo Barreiro a su derecha, el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina enfrente, y el vocero Alfredo Scoccimarro y el secretario de Legal y Técnica Carlos Zanini en los flancos opuestos de la mesa. Los periodistas acreditados pudieron ingresar a un sector del flamante comedor y ubicarse a escasos metros de la mesa presidencial, para poder seguir el devenir gastronómico de Cristina Fernández y sus principales colaboradores.
En ese contexto, no causó pocos comentarios apreciar que la mandataria, sin titubear, mojara el pan en la ensalada tricolor del primer plato, compuesta de zanahoria, lechuga y remolacha. Las restantes mesas, también de color blanco al igual que las sillas, fueron totalmente ocupadas, por unos 50 empleados de la Casa Rosada que comían el mismo plato presidencial y hablaban por lo bajo.
Luego del segundo plato, en lugar del apic de frutas anunciado en el menú, pidió un té, y unos instantes después, dio por terminado el almuerzo, el que fue saldado por Zannini ‘en un gesto histórico que formará parte de la próxima campaña‘ según anunció la propia Presidenta.
El nuevo comedor, ubicado en el segundo piso de la Casa Rosada, sigue costando simbólicos 3 pesos, por lo que Zannini pagó los 18 pesos con un billete de 50. Antes de retirarse, la jefa de Estado realizó breves declaraciones, en las que destacó que haya ‘un comedor como se merecían‘ quienes allí trabajan.
