Anoche hubo similitudes con el partido pasado en el cayó ante Godoy Cruz. Y fueron las oportunidades que crea pero no sabe definirlas y que con el paso de los minutos, sumado a la ansiedad y urgencia, el arco se le hace más chico. Y si de historia y rachas se trata, siempre su destino para lograr un objetivo fue sufrido y altamente costoso. Le pasó en anteriores temporadas cuando estando en el ascenso parecía que daba el salto y siempre le costó. Incluso el año pasado saltó a Primera en la última fecha porque antes no lograba sumar los puntos necesarios.
Zafar del descenso se le va a dar, pero anoche era el partido para hacerlo por sus propios medios y con su juego, el que lo llevó a una campaña notable. Pero no pudo en Rosario. Haber perdido el clásico puede haber dejado su huella en lo psicológico, pero anoche San Martín no salió decidido a ganarlo. Le tomaron la iniciativa y le costó demasiado volver a meterse en el partido. Y cuando lo hizo en virtud de jugar con un hombre más, Newell’s le dio el golpe del gol. Y lo que vino después fue una constante: atacar y atacar, pero errando, definiendo mal lo que genera.
San Martín le hizo honor a su historia y anoche en Rosario no logró su misión primaria, dio otro paso en falso del que debe levantarse para seguir siendo de Primera División.
