La secuencia de sangre que de milagro no produjo muertes en los últimos días por internas de las barras bravas derivó en el pedido de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, a los clubes que entreguen los nombres de los integrantes de esos grupos para impedirles su ingreso a los estadios. Pero el titular boquense, aliado de Mauricio Macri, reclamó que sea el Estado el que haga punta en el tema y también que utilice la potestad de hacer inteligencia para evitar una eventual vendetta de los capos de La Doce. El ataque en medio de la autopista Rosario-Santa Fe, una clara emboscada de los ex seguidores de los hermanos Di Zeo contra la actual conducción de la barra boquense, que terminó con cinco heridos de bala, entre ellos el jefe Mauro Martín, derivó en que la presidenta enterrara los elogios a los barras, como hizo hace un mes, y por el contrario pidió que los clubes ‘entreguen las listas‘ con sus nombres para impedirles el ingreso a la cancha. Pero el presidente de Boca, Daniel Angelici, que resolvió rápidamente contra un grupo de socios que descolgaron un cartel en el partido con Independiente, dijo no conocer ‘el motivo‘ por el cual se le debe impedir el ingreso a los barrabravas, a quienes dijo conocer. Angelici pidió que sea el Estado y la Policía la que hagan ‘inteligencia‘ para evitar nuevos choques.
Mientras, un Martín vulnerable, y sondeado, en un postoperatorio delicado, con sus intestinos suturados en seis partes por el paso de una bala calibre 38, fue trasladado en ambulancia 300 kilómetros desde Rosario a Buenos Aires, escoltado por patrulleros, pese a que el juez le dio permiso de salida doce horas antes. Todo movimiento se enmarca en evitar cualquier acción del grupo antagónico ante los temores de una vendetta.
Por lo pronto, José Monteleone, el abogado de Rafael y Fernando Di Zeo insistió que sus clientes se apartaron de la lucha por el dominio de La Doce y se desligó de lo que hagan sus ex seguidores.
El juez Eduardo Filocco procederá en las próximas horas declaración indagatoria a los detenidos Ariel Alejandro Putruelli, de 35 años, y Facundo Cáceres, de 23, a los que se les acusa de haber emprendido a los disparos al bajarse de un Peugeot 206 patente FLB 838 secuestrado por la policía, y también a Elías Mazza, de 21, capturado momentos después del hecho. También siguen con custodia los otros cuatro hinchas que fueron heridos: Cristian ‘Fido‘ Debaus, de 38 años, lugarteniente de Martín, y herido de un balazo en la boca; Brian Arroyo, de 19, herido en el tórax, Juan Cruz González (26), con un disparo en una pierna, y Darío Cantero, de 35, con una perforación de colon.
