El Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama publicó ayer nuevas reglas que eliminan las restricciones para los viajes y envíos de remesas de los cubano estadounidenses a sus familiares en la isla, haciendo efectivo un anuncio de abril.
El reglamento publicado por el Departamento del Tesoro y efectivo inmediatamente, suaviza el embargo con el que Estados Unidos lleva 47 años intentando forzar un cambio en el sistema socialista de Cuba.
Según las nuevas reglas, los estadounidenses con "familiares cercanos" en la isla, como tíos, primos carnales y segundos, podrán visitar Cuba tantas veces como quieran y quedarse el tiempo que deseen.
Podrán gastar un máximo de 179 dólares por día y llevar consigo además 3.000 dólares para entregárselos a sus familiares. Cerca de 1,5 millones de estadounidenses tienen familia en Cuba.
Los residentes en Estados Unidos también podrán enviar remesas a Cuba sin límites de cantidad o frecuencia, aunque no a miembros del Gobierno o del Partido Comunista.
Para facilitar los intercambios, el departamento del Tesoro autorizó a los bancos estadounidenses a firmar acuerdos con instituciones financieras cubanas. Además, las personas que lo deseen tendrán la posibilidad de pagar desde Estados Unidos por el servicio de telefonía móvil de un individuo en la isla caribeña a una empresa que sea estadounidense o de otro país, pero no de Cuba.
Los servicios de telecomunicación estadounidenses pueden incluso extender contratos directamente a los cubanos, según las nuevas normas.
Para establecer el vínculo telefónico entre Estados Unidos y Cuba, el Departamento del Tesoro autorizó la exportación de tecnología, como instalaciones de satélite y cables de fibra óptica. Los estadounidenses que realicen esos trabajos también podrán viajar a la isla, de acuerdo con la normativa.
El Departamento del Tesoro también permitió la visita de personas vinculadas a la exportación de alimentos y medicinas a Cuba. Las normas publicadas ayer ponen en práctica y dan los detalles del anuncio realizado por Obama en abril de relajar las sanciones económicas contra Cuba.
El Departamento del Tesoro indicó que el cambio en el estatuto pretende respaldar el deseo de los cubanos "de determinar libremente el futuro de su país, promover un mayor contacto entre los familiares en Estados Unidos y Cuba e incrementar el flujo de remesas e información".
Las medidas anunciadas ayer abren las puertas a la posibilidad de que viajen también a Cuba estadounidenses que no tengan allí familiares directos, puesto que aquellos comprendidos dentro de la norma podrán trasladarse acompañados por otras personas "que compartan su domicilio como familiares" en Estados Unidos.
Las medidas aplicadas ayer van más allá de lo aprobado por el Congreso a principios de año, que permitía a los cubanoamericanos viajar a la isla una vez al año y enviar 1.200 dólares al año, como máximo.
La política de Obama supone un giro con respecto a su antecesor en el cargo, George W. Bush, quien endureció el embargo contra Cuba en 2004.
Bush limitó los viajes a la isla a una vez cada tres años y sólo para los cubanoamericanos que tenían aún familiares de segundo grado allí: padres, hermanos, hijos, abuelos o nietos.
