Luego de anunciar su plan contra Al Qaeda en Afganistán y Pakistán y acuciados por la crisis financiera internacional, el presidente de EEUU, Barack Obama, y los grandes banqueros del país se reunieron ayer y coincidieron en el objetivo de colaborar en la recuperación de la estabilidad financiera.

Los máximos ejecutivos de Citigroup, Vikram Pandit; de JP Morgan Chase, Jamie Dimon; de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein; de Morgan Stanley, John Mack, y de Bank of America, Ken Lewis, tomaron parte del encuentro que se realizó en la Casa Blanca.

Durante la reunión se habló del plan de rescate bancario que pretende poner en marcha el Gobierno, de la propuesta de endurecer la regulación financiera, y de las retribuciones de los altos ejecutivos.

En el encuentro, Obama expuso las líneas generales de su plan de rescate bancari que contempla la inversión de un billón de dólares en la compra de activos “tóxicos” de las entidades. El objeto de esta medida es sanear los balances de las entidades, restaurar su solvencia y que presten dinero nuevamente.