Con estos fondos de origen minero se realizarán en una primera etapa, siete obras hídricas en Iglesia: Obra de toma de agua y desareno en Malimán, otra en Buena Esperanza y otra en La Chigua; obras de arte en canal de Buena Esperanza; y también un nuevo canal Buena Esperanza en dos tramos, uno de 3 kilómetros y otro de 13 kilómetros. Y se agregó una obra de mejoras en el canal Romo, que llega a Tudcum. La primera obra en Iglesia que se licita es la de toma y desareno en Malimán. Estos distritos, explicó Millón, tienen un sistema de riego que toma el agua en forma directa del río; normalmente es una fijación del inicio de un canal a través de “patas de gallo”, que son obras provisorias realizadas con troncos y piedras y da inicio a un canal paralelo al río. Como en épocas de crecida los ríos traen mucho material de arrastre, a ese canal se le construirá una cámara o pileta con compuertas y que permita desarenar, es decir sacar el material de arrastre antes de ingresar al sistema de riego. En Jáchal se realizarán 34 obras entre las que figuran arreglos del Canal Matriz (1,1 km) y rehabilitación de su camino de servicio; Canal del Norte (5,8 km) y otras varias obras de arte en ambos canales. Y hasta una línea de electrificación del Canal Matriz. ¿Por qué Jáchal acapara una mayor cantidad de obras respecto a Iglesia? Millón explicó que para el reparto de fondos se analizó la cantidad de hectáreas cultivadas en uno y otro departamento y Jáchal tenía un 90% de tierras cultivadas en relación a Iglesia. Pero si seguían ese criterio no le iba a tocar nada al departamento donde se encuentra la explotación minera. “En el Consejo de Hidráulica se tomó una decisión salomónica y se decidió que los fondos se usarían 70% en Jáchal y 30% en Iglesia, teniendo en cuenta que éste último está más cerca de la explotación y que Jáchal tiene el dique Cuesta del Viento para amortiguar algún déficit de agua”, dijo el funcionario.
