Buenos Aires, 8 de octubre.- "Esta decisión representa la defensa de los derechos humanos en todo el mundo", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, quien pidió a Beijing que libere a Liu.
Por su parte, el gobierno alemán hizo lo propio y afirmó que "desea que (Liu) sea puesto en libertad y pueda recoger él mismo este premio", declaró en Berlín, Steffen Seibert, portavoz de la canciller Angela Merkel, según la agencia de noticias alemana DPA.
El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, calificó al galardonado como "uno de los más firmes defensores de los Derechos Humanos" y tras recordar que la Eurocámara abordó el caso Liu en varias ocasiones, exigió a las autoridades chinas su "inmediata liberación".
A su vez, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) sostuvo que Liu "ha merecido el premio" y que este hecho debe mantener "el foco de atención sobre la lucha por las libertades fundamentales y la protección concreta de los derechos humanos".
El primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, dijo hoy que la decisión de otorgar el Premio Nobel de la Paz a Liu Xiaobo "da un poco de luz a la situación de los derechos humanos en China y subraya los lazos entre desarrollo, democracia y derechos humanos universales".
El gobierno chino amenazó antes y después de la entrega del premio con que las relaciones con Oslo se verían complicadas si el comité decidía darle el premio a algún disidente encarcelado por "socavar el poder estatal".
Además, la Comisión Europea señaló que el premio significa "un fuerte mensaje de apoyo a todos aquellos en el mundo que, muchas veces con grandes sacrificios personales, luchan por la libertad y los derechos humanos", según su presidente, José Manuel Durao Barroso.
